Supongamos una vaca cilíndrica

Vaca esférica tras un cambio de coordenadas

Como las vacas esféricas ya están muy vistas, cojamos una y apliquémosle un cambio de coordenadas para representarla en cilíndricas. Y añadámosle cuatro patas de un grosor infinitesimal y de la altura adecuada. Ahora sólo nos queda resolver una sencilla integral triple para saber cuánta leche cabe en nuestra vaca. Igualmente, en el caso de querer leche en polvo, la forma cilíndrica es más adecuada para proceder a su rayado. Para los yogures es tan fácil como dejarla fermentar todo el verano al sol dándole de comer natto. Incluso esperando un poco más podríamos obtener apetecibles helados durante los meses más fríos del invierno; os aseguro que helados estarán.

Hoy me ha dado por las vacas cilíndricas pero cualquier otro día me podría dar por los osos polares, con su módulo y argumento.