La Bahía de Tokyo en el cielo

Fue justo después de un tifón. Pero una atmósfera limpia, relajante, con una visibilidad de varias decenas de kilómetros. El día siguiente se adivinaba impresionante, aunque aún el cielo estaba cubierto por nubes bajas y mientras el viento soplaba a toda velocidad.

Me asomo por la ventana de mi habitación, y veo Tsurumi, mi barrio. Algo más alejado el edificio con tres pinachos de Kawasaki, y mucho más allá el perfil de luces rojas de Tokyo, parpadeando de forma asíncrona, evitando que los cuervos y otros bichos voladores se estampen contra ellos.  Hacia el este encontramos al aeropuerto de Haneda, posiblemente ya cerrado al tráfico como cada noche a partir de la medianoche, más o menos. Y detrás, la bahía de Tokyo. Inalcanzable para la vista por los edificios pero perfectamente visible en el cielo como una gran mancha negra en medio del área metropolitana más grande del mundo:

Tokyo bay, light-contaminated.

Ahí donde la véis, la bahía de Tokyo tiene a grosso modo 50 x 20 km. Haceos por tanto una idea del tamaño de la zona iluminada donde viven unos 30-35 millones de habitantes. Impresionante.

También os habréis dado cuenta de que tiene un tono verde. Esto es porque para el alumbrado público usan luces de luces de vapor de mercurio en vez de vapor de sodio como suele hacerse en el resto del mundo. Quizá por eso mismo las fotos nocturnas en Japón salen de forma distinta, casi mágica. Quizá es porque no estamos acostumbrados a esos tonos, quizá es porque estas luces le dan un encanto especial.

Por otra parte, ahora que se acerca la navidad en Europa ya estarán las calles de ciudades y pueblos iluminadas para llamar al consumo. Aquí en principio no se hace de forma pública, sino que cada persona, institución o centro comercial pone sus propias luces, a cada cual más espectacular. No tengo fotos porque hace frío y me quedo congelado haciendo tomas de larga exposición. Quizá algún día me anime a ponerme un par de guantes y algo más de abrigo.

Aún así debemos recordar que el auténtico espectáculo de luces no está sólo en Navidad colgando de las farolas y edificios, sino que está mucho más arriba suspendido en el espacio.