Yokohama International Student House

Mi nueva casa. Aquí estoy ya desde hace ya un mes. Me daba una pereza muy grande hacer la mudanza, pero gracias a la ayuda de varios amigos y compañeros del laboratorio fue más o menos rápido.

Tuve que mudarme porque la estancia máxima en Hiyoshi International House es de dos años, así que no podría seguir allí más allá de agosto, y yo acabo el master en marzo. Esos seis meses podría alquilar un apartamento, pero me saldría realmente caro, porque en Japón hay que pagar de 3 a 5 cuotas iniciales (irrecuperables) en concepto de agradecimiento, pago al dueño del terreno, la agencia que te consiguió el apartamento, etc. En lugar de eso decidí solicitar estar desde comienzo de curso (que aquí es abril) una residencia de estudiantes. Y aquí estoy, en Yokohama International Student House (横浜市国際学生会館 ó YISH).

Yokohama International Students House

Tengo que decir que el 70% de los residentes son chinos, el 20% coreanos o japoneses, y además hay un par de africanos, tres norteamericanos y cuatro europeos, entre los cuales me incluyo. Creo que fue eso por lo que me cogieron, para tener un poco más de variedad. Y se ve que no les dio miedo que en la carta de motivación pusiera que sabía torear y correr los sanfermines. Es que la escribí (en japonés) con ayuda de mis compañeros de laboratorio, y como es de mala educación dejar espacio en blanco sin rellenar, pues algo había que poner, y me recomendaron algo así de original, total no van a poder (ni se van a atrever) a comprobarlo.

El ambiente es ligeramente distinto a Hiyoshi International House (HIH), y aunque la gente va mucho a su aire si comparamos con Europa, en el fondo hay más vida comunitaria por compartir zonas comunes y tener unos sillones muy cómodos en el hall para sentarse a charlar al venir de la universidad.

Mi habitación está genial, mucho más grande y espaciosa que en HIH, y con un montón de estanterías y armario para guardar cosas. Aunque eso puede ser un grave problema a la hora de tener que empaquetar todo en 20kg para la vuelta…

My room in Yokohama International Students House

My room in Yokohama International Students House

Tengo aire acondicionado, nevera, un microondas que me regalaron, y una pequeña zona de cocina con vitrocerámica para poner algo al fuego y hacer saltar las alarmas de incendio, jeje. Bueno, también veréis la cocedora de arroz, máquina imprescindible para la vida en Japón.

My room in Yokohama International Students House

Por si no hubiera ya suficientes cajones, en el pasillo exterior (zona común) cada uno tiene un locker en el que fácilmente caben cuatro maletas de las grandes. Estupendo incentivo para el síndrome de diógenes de algunos.

Lockers in Yokohama International Students House

El cuarto de baño es propio de cada uno. Muy pequeño, es el típico baño + WC integrado prefabricado que montan en los apartamentos unipersonales. Aquí sí que se echa en falta algún estante más para apoyar las cosas. Y las chicas echarían de menos un enchufe.

My room in Yokohama International Students House

Pero lo mejor de todo no está en la habitación ni en el pasillo. Está fuera, asomándose al balcón, porque vivo en el piso 12 del edificio más alto de la zona. Y las vistas son increíbles a cualquier hora del día y de la noche.

from Yokohama International Students House

Sight from Yokohama International Students House

Sight from Yokohama International Students House

¡Si hasta se ve la Tokyo Tower!

Mirando hacia abajo es algo distinto, veo un parking y un terreno en el que duermen mis vecinos. Son muy tranquilos, no molestan en absoluto, las noches de viento que duermo con la ventana abierta escucho el repiqueteo de las tablas que tienen en sus casitas, y los domingos por la mañana a sus familiares budistas cantando junto a ellos.

from Yokohama International Students House

Sight from Yokohama International Students House

Aunque me dá que en Halloween me la van a montar…

Más ventajas de vivir en las alturas, desde el piso 12 se amplifican estupendamente los terremotos, y se puede cotillear un montón la vida de los vecinos.

Sight from Yokohama International Students House

Sight from Yokohama International Students House

¡Que cierren las cortinas si no quieren ser vistos!

Resumiendo, YISH es algo más barato que HIH, la habitación mucho mejor, pero está un poco lejos del campus. Esto que lo veía como la única desventaja ya empieza a no serlo, porque hago los 8km a los que está el campus (y otros tantos de vuelta) en bicicleta cada día. Es un camino muy agradable junto al río, sin tener que callejear ni esquivar coches, tan sólo a las señoras que sacan a pasear a sus perros y a algún que otro abuelo haciendo taichi por las las mañanas. Eso cuando no se desborda el río, que entonces tienes la diversión asegurada viendo a gente pescando en las zonas inundadas.

Tsurumi River

Concretamente estoy al final de la calle Honcho, con muchas tiendas y supermercados en los que hacer la compra diaria. Es estupendo porque me pilla de camino a la universidad, así que día a día voy comprando lo que voy necesitando.

Honcho Dori

Y bueno, ahora os voy a dar las señas, por si queréis acercaros a hacerme una visita o enviar alguna postal desde cualquier lugar del mundo. Las recibiré encantado :). Esta es mi dirección:

ホウガルシア、ルイス
横浜市鶴見区本町通り4-171-23
横浜市国際学生会館 (XXXX番号)
〒230-0048 神奈川県
日本 – JAPAN

Si no sabéis escribir en japonés también lo podéis hacer con caracteres romanos, el cartero lo va a entender igual, pero no queda igual de bonito :P

MiNombreYApellidos
Yokohama-shi, Tsurumi-ku, Honcho Dori 4-171-23
Yokohama International Student House (XXXX)
230-0048 Kanagawa-ken
Japan

Sólo quedaría cambiar las XXXX por mi número de habitación, pero no lo pongo porque no me apetece que ningún asesino psicópata me esté esperando en la puerta mañana cuando salga. Si a alguien le interesa y tiene la idea de venir con buenas (o muy buenas) intenciones, se lo digo por email. Además, para enviar cartas podéis omitir ese paréntesis, llegan igual de bien.


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Terremoto (VIII)

Lo he visto venir. Estaba en el ordenador, como tanta otra gente un domingo por la mañana, con el pie apoyado entre la mesa y la pared, haciendo cierta presión. Y he notado una vibración. En España no me hubiera preocupado, pero aquí ya andas con la idea de que un terremoto puede ocurrir en cualquier momento. Entonces le presto atención, y de pronto se nota una sacudida que hace crujir al edificio entero.

Ya está, nada más, pero me he quedado unos segundos como esperando a que pasara algo más. Por cómo ha venido me imaginaba que iba a ser algo gordo, y para ser sincero, ha sido en el que más me he asustado desde que estoy en Japón. Y sólo 4 grados Ritcher. No mucho, pero ha atizado en pleno Tokyo.

Precisamente el terremoto de Kobe fue parecido: una gran sacudida y algunas vibraciones. Eso sí, aquél se llevó de por medio puentes, tiró autopistas elevadas, derribó edificios y dobló las vías de tren de la zona, causando varios miles de muerto (y eso que se supone que Japón es un país preparado para estas cosas). Su magnitud fue de magnitud 6.8 Ritcher, para comparar, 100 veces menos potente que el de Chile del pasado mes de febrero.

Bueno, sigamos con el domingo, no hay que dejar acobardarse por los meneos de la tierra.