En Australia conducen doblemente al revés. Primero, boca abajo por estar en el hemisferio sur, aunque los australianos digan lo contrario, en realidad son ELLOS los que están boca abajo, por eso creen que tienen tantos bichos raros que sólo puedes encontrar allÃ, porque se les sube la sangre a la cabeza y alucinan. Además, como en muchas ex-colonias inglesas, en Australia conducen por la izquierda. En principio esto da igual, es simplemente convenio, y os sorprenderá saber que la tercera parte del mundo (teniendo en cuenta los habitantes) conducen por el lado siniestro de la carretera. Bueno, en los otros paÃses de vez en cuando hay algún loco que decide hacerse el inglés y cambiarse de sentido… y ocurren siniestros.
El caso, en Japón ya estaba acostumbrado a ver conducir por la izquierda, aunque antes de cruzar un paso de cebra no sé hacia dónde mirar, asà que hago izquierda-derecha-izquierda antes de cruzar. Nunca he sido atropellado por un vehÃculo, tienen mucho cuidado, y cuando voy con la bicicleta suelo hacerlo por la acera, si existe, porque en las afueras de las ciudades el espacio sigue siendo tan reducido que no hay aceras, la gente camina por el arcén, y las bicicletas van por donde más les conviene en cada caso.Â
Pero ponerse a los mandos de un coche es diferente. Lo primero que te llama la atención es la posición del volante, a la derecha. Te sientes raro. Es como estar de copiloto pero con volante. Como Maggie en la entrada de Los Simpson. Después el freno de mano y la palanca de cambios, que mantienen su posición en el centro. Por suerte era un coche automático, asà que metes la directa y te olvidas. Después, sales, conduciendo por la izquierda, prestando mucha atención a todo, y llegas a la rotonda de salida del aeropuerto. Y claro, ves que algo no cuadra. Hay que girar en sentido de las agujas del reloj. Despacio, y pidiendo perdón a los demás conductores porque estás en el carril de dentro y quieres salir. Al salir le das al intermitente, pero nooo, no le has dado al intermitente, te das cuenta cuando el limpiaparabrisas comienza a moverse en seco. Entonces prefieres tomártelo con más calma y dar una vuelta más a la rotonda, mientras comprendes que el intermitente también está cambiado de lado. Te diriges a la autopista, y accedes a ella por la izquierda. Nada es trivial. Piensas. OK, el carril rápido es el central, es decir, el de la derecha. Por lo tanto los adelantamientos también son por la derecha. Vale. Controlado. Luego ya empiezas a carretear, te centras en que tienes que ir por la izquierda. Te metes por un camino de tierra. Vale, si me cruzo con un coche, yo voy por mi izquierda. Bueno, al cabo de 100 km ya lo tienes todo controlado, aunque se te sigue escapando el limpiaparabrisas cuando quieres girar.Â
En cuanto al coche, al final me dieron a elegir entre el Mitsubishi Oulander que inicialmente reservé, y un Nissan X-Trial. Mismas caracterÃsticas. Elegà el Nissan porque me pareció más robusto, más cuadrado, y de un color más sufrido, como dorado, asà la red dirt (mierda roja) australiana no se nota tanto:
Ahora, ya una vez en Australia, toca decidir plan. TenÃa 3 dÃas, de Sydney me separaban algo más de 800km por la costa, hacia el suroeste, pero querÃa llegar al desierto, y la única forma de hacerlo era tirar hacia el interior. Asà que en lÃneas generales mi plan consistió en tirar hacia el oeste hasta el anochecer del segundo dÃa, y dedicar el tiempo restante a encaminarme hacia Sydney. El primer dÃa hice 500km, porque algo me entretuvo en el aeropuerto, el segundo dÃa, 800 km, y el tercero, 1100. En total tres veces la distancia por el camino habitual. Aquà está la ruta que hice (clic para ver en Google Maps):
Y si queréis verlo con las fotos geolocalizadas, click aquà(tarda en cargar)
Ahora voy a hablaos acerca de de las peculiaridades concretas conduciendo por Australia, Â que no son pocas.Â
En un paÃs tan despoblado (media de 2.5 habitantes/km²), no hay muchas carreteras. Y autopistas sólo en los alrededores de las grandes ciudades, si acaso. Es por eso que llaman highway a cualquier cosa. Aunque sea una carretera de un carril por sentido. Eso sÃ, son las carreteras idóneas para que te pille un control de velocidadtipo  SPECS que calculan la velocidad media de los vehÃculos en intervalos de decenas de kilómetros, y luego te ponen una multa alegando al Teorema de Lagrange.Â
Los cruces de carreteras también son importantes. Como no hay muchos, los avisan con tiempo y con grandes señales, para que no te estampes contra ellos.Â
Como véis, que el pueblo siguiente esté a 100km es algo normal, y eso en New South Wales, el estado más poblado. En todos los pueblos suele haber una pequeña estación de servicio para repostar combustible, aunque no muchas abren 24h. Además, cuanto más al interior te desplaces, más y más caro será el combustible, pueblo a pueblo va subiendo cuatro o cinco céntimos cada vez. Mi bolsillo notaba la diferencia de la costa (99 céntimos de dólar australiano el litro (1 AUD ≈ 0.5€)) hasta Louth el último llegar donde llegué, que vendÃan el combustible directamente en el bar del pueblo a 140 céntimos el litro (un café para mi y un vasito de unleaded para el xtrail, por favor). La mejor estrategia en este caso para ahorrar es a medida que te desplazas al interior mantener el depósito lleno y echar cada siempre que puedas, y yendo hacia la costa tratar de aguantar lo máximo posible. Pero con cuidado, porque cuando ves señales como la siguiente se te quitan las ganas de hacer experimentos ¿y si llego y me la encuentro cerrada?.
No me arrepiento de haber alquilado un todoterreno con opción de activar la tracción a las 4 ruedas. Gracias a ello pude meterme por carreteras de las llamadas unsealed, es decir, caminos de tierra de treinta metros de anchura en los que te podÃas poner a 120km/h sin problemas, porque habÃa rectas enormes y porque no habÃa nadie más a quien pudieras molestar con la impresionante polvareda que se genera. Eso sÃ, al cruzarse con otro coche más vale que cierres las ventanillas, enciendas las largas y reduzcas la velocidad, porque la visibilidad baja como en la más densa de las nieblas durante los próximos dos o tres kilómetros. Os dejo un par de vÃdeos por esos caminos:Â
Venga, ahora lo que seguro estabais esperando. Esos simpáticos animales llamados canguros. La primera vez que ves una señal como la siguiente te emocionas, te demuestra que estás en Australia.
Vas buscando canguros, pero no encuentras ninguno, ninguno vivo. La carretera está plagada de cadáveres. No hay kilómetro en el que no haya uno. Pero ninguno vivo. ¿Se los habrán cargado a todos? De repente, pareces ver algo entre los matorrales, y sÃ, ¡es un canguro! (a la derecha).
Entonces llega la noche, y los canguros salen. Muchos. Ahora no hay kilómetro en el que no avistes un canguro en el arcén. Empiezo a comprender por qué las carreteras australianas tienen arcenes de tierra TAN grandes, más anchos que la propia carretera. Simplemente para que avistes con tiempo a los canguros y puedas prever sus movimientos. Porque o bien los canguros están tan estresados como los japoneses y deciden suicidarse o directamente son unos animales estúpidos. Los ves ahà tranquilos, pastando, hasta que ellos te ven a ti. Te miran fijamente. Ven cómo te acercas. Y cuando menos te lo esperas, ¡zas!, es como si se les activase un resorte y dan un salto aleatorio. Les da igual que sea hacia la carretera que hacia el monte.Â
Los australianos lo saben, y por eso en sus coches no llevan parachoques, llevan paracanguros:
He llegado a ver autobuses escolares que parecÃan antidisturbios, con el frontal protegido por una reja metálica. Aunque para paracanguros, los trenes de carretera: camiones enormes de varios remolques (yo sólo llegué a ver de 3) que no se acobardan ante un canguro, ni ante nada. Lo mejor cuando ves uno es pegarse al borde de la carretera (al izquierdo, por supuesto) y agarrar fuerte el volante. Y en caso de duda, al arcén, que es grande. En la siguiente foto podéis imaginar el tamaño viendo la matrÃcula, y no paséis por alto la protección del cristal de la cabina.Â
Fijáos además que tiene el tubo de escape arriba, como una chimenea. No es un detalle trivial, porque en Australia de vez en cuando hay inundaciones tremendas, en el desierto. Las carreteras llevan la indicación de floodway, (vÃa inundada), encuentras indicadores de profundidad de hasta 2m, ¡a nivel de carretera!, y en los sitios menos accesibles ponen hitos de piedras apiladas.Â
He visto fotos de estas inundaciones, y es algo increÃble. Hasta el punto en que pueblos enteros quedan aislados durante un par de semanas y la única forma de llevarles provisiones es por vÃa aérea. No sé cómo se salvarán los canguros. Quizá saltando consigan salir a tomar algo de aire, un ejemplo de adaptación evolutiva.Â
Por último, comento que mi plan no incluÃa noches de hotel. Australia tiene un montón de áreas de descanso, que consisten en una esplanada, una cabina telefónica, unos aseos públicos y quizá alguna máquina de refrescos. Como los viajes por carretera en Australia son tan largos, las usan viajeros en caravana, camioneros, etc. Las anuncian como una forma de desatarse del cansancio “Stop, Revive, Survive“, o incluso “Rest, or rest in peace“. Las dos noches que pasé fueron en un sitio de esos. La primera en Inverell, y la segunda en Cobar.Â
Como ahora es otoño, apenas tenÃa 11 horas de sol al dÃa. Bueno, en teorÃa. Porque viajando hacia el oeste, conseguà alargar el segundo dÃa cuarenta minutos respecto al anterior. ConducÃa desde una hora antes de la salida del sol hasta unas tres horas tras la puesta, asà pude ver amaneceres y atardeceres preciosos, de todos los colores. Primero los amaneceres:
Y ahora los atardeceres:
Otra cosa que me gustó fue lo amigables que son los australianos. Por esas carreteras perdidas he llegado a cruzarme con un sólo coche durante doscientos kilómetros de recorrido. Te saludan :). Hace ilusión encontrarse con alguien en la misma situación que tú. perdido en medio de la nada, decenas de kilómetros a la redonda sin vida inteligente (los canguros NO son vida inteligente). En Japón eso no ocurre. Debes mantener las formas (el respeto) con gente desconocida. El silencio de los ascensores es el más terrible que haya vivido nunca. O cuando te cruzas con un conocido por los pasillos de la universidad y disimuladamente agacha la cabeza o mira disimuladamente a otra parte, y no son sólo japoneses quienes lo hacen… Â
Por último, si alguno se decide a visitar Australia alguna vez, os recomiendo que no os limitéis a las ciudades, con sus peculiaridades, pero ciudad occidental al fin y al cabo; ni a los tours guiados, que pueden llevarte muy lejos pero dejas tu voluntad en manos de otros. Sin embargo sentirse dueño de uno mismo, tan sólo guiado por tu instinto, por paisajes nunca antes vistos, es una experiencia increÃble. Abandonar la rutina y hacer dÃas sin rutina, sin apenas planificación. Esto fue lo que más disfruté del viaje. ¿Quien se apunta a la próxima?… ir a Cabo Norte no serÃa una mala opción.Â
Y nada, para acabar os dejo algunas fotos que no he puesto en los párrafos anteriores.Â
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11 comentarios ↓
Muy chulo, dan ganas de ir por alli ahora que me queda más cerca que España. Lo de las fotos ¿cómo las geolocalizas? ¿y qué programa hace el mashup GMap+fotos?
wow, esto es un artÃculo :-D me ha encantado como lo has contado, especialmente lo del coche y la rotonda jajajajaja
a ver si me pongo las pilas y subo las fotos :-)
adubi, lo tienes en un comentario mÃo en la entrada Fotos de Australia ¡geolocalizadas!
Javi, esa parte del artÃculo la escribà ayer las cinco de la mañana, con un cañón de electrones derritiendo silicio al lado. Tendré que escribir más a esas horas en ese lugar :P.
Al final uno se acostumbra a todo ¿eh? Jajaja.
Me ha encantado sobre todo las fotos de los amaneceres.
Se ve que lo disfrutaste… y que el cañón de electrones-derrite-silicio te provoca inspiración XD
PS: ¡AvÃsame cuando te decidas por el cabo norte! jeje
¡¡¡ Pero que post máááááááááááááááás largo LUIS !!!
Lo de Cabo Norte, ya sabes que me apunto, además me pilla cerquita de casa :)
¡¡ Eso sÃ, ojito con los mosquitos !!
Ese camión parece salido de la saga Mad Max! Que sádicos!!!
Me ha encantado el post. Estoy buscando billetes a Australia como consecuencia de ello… jajajaj
Qué envidia!! Yo también quiero!!
Qué pasada Australia, pero es lo que dices, no puedes irte unos pocos dÃas y de viaje organizado, hay que ir a la aventura una temporadita ;)
Un abrazo y a seguir disfrutando de lo que otros ya no tenemos :’(
Jesús, Mario, no os preocupéis que ya avisaré cuando se me ocurra otra locura.
Mario, lo siento, es lo que tiene escribir con el influjo de los electrones acelerados a 6.5 keV.
Gandhi, cualquier duda que te surja, no dudes en preguntarme. Si acabas yendo verás como merece la pena.
Isra, no te preocupes, seguro que también sabes montártelo bien en Madrid. Y lo que te ha dado estar aquà no te lo quita nadie. Ahora ya sabes, tienes que demostrarles a todos lo que has aprendido, asà que ¡a comer con palillos la paella de los jueves!
Ver esas fotazas en esta época duele luis…qué envidia!!!
Al menos vosotros tenéis vacaciones dentro de tres semanas. Yo tendré vacaciones japonesas, dentro de dos meses.
bueno…vacaciones dirÃa yo también…
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