Trabajar como un japonés

Os voy a contar algo más que voy aprendiendo sobre la forma de considerar el trabajo de los japoneses. Lo primero es preguntarse ¿les gusta trabajar?, pues como en todas partes, depende de la persona y del trabajo, hay veces que realmente disfrutan, otras que lo usan como una forma de ganarse la vida, y casi siempre, como una forma de mantener el prestigio social, es decir, para no ser el blanco de críticas por no arrimar el hombro a las empresas del país. En definitiva, consideran el trabajo como una parte imprescindible y muy importante de su vida, por eso trabajan tanto.

Pero son personas (aunque alguien me haya dicho que a veces en el blog los trato como si no lo fueran). En el fondo valoran las vacaciones y el tiempo libre. Entre mis compañeros de estudios he escuchado qué bien se lo tiene montado el profesor: un buen sueldo, su casa a 10 minutos en bicicleta, una familia de 4 miembros, vacaciones en el extranjero un par de veces al año, y su jornada laboral que más o menos es de 10am a 6pm. También he escuchado que el puesto de administrativo de Keio está muy valorado, principalmente por su horario, de 9am a 5pm. 

El otro día el estudiante alemán tenía que acabar de redactar unos documentos científicos porque se iba a Alemania. Le preguntó al profesor si podían quedar el sábado, y aunque el profesor tenía compromisos familiares (quedarse a cuidar de los niños en casa), negociaron un poco el horario, el profesor le invitó a comer a su casa y después redactaron los documentos. Esto me parece totalmente normal, incluso sano, saber cuándo tienes que hacer horas extra, y ser capaz de conjugar vida privada con laboral sin detrimento de una por la otra. 

Por eso me pregunto, ¿no es mejor trabajar las horas que te corresponden, siendo feliz y estando contento con tu trabajo, llegar cada mañana motivado, y hacer horas extra cuando realmente las necesitas que, hacer jornadas laborables de 14 horas, estar reventado todo el día con la consiguiente bajada de rendimiento y cabezadas sobre el escritorio, y no tener margen razonable para hacer horas extra?

La mayoría de japoneses ya tienen su respuesta, porque la sociedad se la ha respondido, y simplemente siguen caminando al ritmo de la masa. Afortunadamente no todos son así. Nuestro profesor es diferente, no es un japonés cualquiera, de vez en cuando hay algún loco que decide no seguir la corriente. Desde sus creencias religiosas occidentales hasta cómo asiste a algunas reuniones ahora que empieza a hacer calorcito: en camiseta y pantalón corto. O quizá fue porque pasó una temporada en Estados Unidos, quién sabe.

Sin embargo tiene otra cara, oculta y más oscura, la que afortunadamente yo no conozco ni espero dar motivos para conocer, y que sólo muestra cuando no está contento con tu forma de trabajar. El resto del tiempo no se ve, pero se intuye. Porque es una de esas personas que a la vez inspira confianza y respeto. No sé cómo lo hace. 

Y para acabar, la discriminación social (o a veces autodiscriminación) entre sexos en el trabajo. Os paso los datos oficiales del personal de la universidad de Keio, a los que se puede acceder públicamente desde esta web. Resumo algunos datos (hombres/mujeres):

Profesores titulares de Ciencia y Tecnología: (140/2)
Total de profesores en Keio: (1681/406)
Total de profesores extranjeros: (70/20)
Personal de enfermería: (31/961)
Personal administrativo: (537/788)

Los datos no son tan malos como me esperaba en un principio, pero está claro que en Japón sigue habiendo trabajos de hombre y trabajos de mujer.

Para acabar, una referencia al nuevo blog de Alex, amigo Vulcanus y trabajador por un año en Japón. Él sí que se está enterando de cómo son los japoneses en el trabajo. Alex, ¡sigue escribiendo!.

Act gaga, tag a cat!

(Está en el blogroll, pero como la mitad me leen por feed y de la otra mitad a saber cuántos miran los links, os lo referencio explícitamente, porque merece la pena).