Este post se lo dedico a Juancar de Algeciras y Javi de Salamanca.
Hace un par de meses estaba con unos amigos visitando la Terminal Internacional de Pasajeros de Yokohama (Osanbashi, ãŠã•ã‚“ã°ã—), cuando una chica se acerca y nos pide que le respondamos a una encuesta a cambio de un regalito. Bueno, no cuesta mucho tiempo, asà que lo hacemos.
Cinco minutos más tarde respondiendo cuántos cuartos tenÃamos pensados dejarnos en la provincia de Kanagawa, acabamos la encuesta y nos dá el regalito: un limpiador de oÃdos.
Por lo visto aquà se usan mucho, son como un palito de madera con forma de cucharilla muy pequeña al final. Según he leÃdo para algunos puede llegar a convertirse en una adicción y se están metiendo el cacharrito por la oreja siempre que tienen ocasión. Qué miedo.
También los venden en las tiendas de recuerdos, tan monos como siempre:
Por cierto, no me busquéis este fin de semana en Tokyo. Me encontraréis más fácilmente en alguna de las playas de Okinawa comiendo mochis. Este es el verdadero motivo de la dedicatoria del post ;). Javi y Juancar sabrán apreciarlo :P.