Sábado por la mañana, estación de Shibuya. La gente va y viene, muchos de ellos por ocio, aunque se ve a algún que otro salary man. Un padre va cargado con unas bolsas de esas de cartón mientras pasea a su hijo. Y de pronto, una de las bolsas se desgarra por debajo y deja caer una botella de vino justo sobre la lÃnea amarilla para ciegos. Toma contraste.
Al pobre hombre se le ve apurado. No sabe cómo empezar a recogerlo (a eso se le llama responsabilidad ciudadana). Pero no hace falta. Apenas han pasado unos instantes cuando, sin que nadie haya avisado, se acercan cinco empleados de la JR que comienzan a ayudarle:
Uno echa serrÃn.
Otro va barriendo.
El de blanco espera para fregar al final.
La mujer de atrás le da unas bolsas de plástico para que lleve las cosas que se han salvado
Y un quinto que vigila todo y avisa a otros pasajeros de que tengan cuidado.
Podéis ver en la información EXIF de Flickr (1, 2) como entre las dos fotos hay menos de dos minutos, y ya están todos ahà en plena faena, con todo el material necesario. Dos minutos más tarde todo estaba recogido y el hombre siguiendo su camino.
Vaya eficiencia, qué buena logÃstica, menudos procedimientos. Pero esto es algo que tenÃa que pasar alguna vez, seguro que lo tenÃan escrito en el manual. Sin embargo, cuando se les presenta algo diferente, inesperado, ahà se quedan sin ideas y son un poco desastres. Como ejemplo lo que pasó hace unos meses en los alrededores del Palacio Imperial.
Un hombre desnudo siembra el pánico en Tokio
El turista, de 40 años de edad, estaba paseando por el Palacio cuando se le cayó una bolsa al foso, según la información de Fuji Televisión. Mientras el grupo hablaba con la PolicÃa para ayudarle, el hombre fue sacando sus pertenencias de sus bolsillos, comenzó a desnudarse y se lanzó al agua. Inicialmente, la PolicÃa se acercó al turista en un pequeño bote e intentó tirarle un flotador, pero comenzó a golpear el agua de forma amenazadora y a tirarles piedras. Las secuencias de la televisión muestran al hombre, de elevada estatura y calvo, saliendo del agua y persiguiendo a la PolicÃa con una piedra y un palo de plástico de una construcción.
En su manual posiblemente no estaba la sección de “Cómo enfrentarse a hombres desnudos armados con palos y piedras”, asà que tuvieron que improvisar.
(foto de Reuters)