DÃcese de los jóvenes japoneses que, por medio de un adoctrinamiento histórico y un rápido aprendizaje de las habilidades necesarias, entregaban su vida con el objeto de alcanzar un alto grado de honor y respeto entre sus semejantes.
¡Qué suerte que las cosas han cambiado desde entonces!
(fotografÃa tomada el 1 de abril de un año cualquiera)