Entradas escritas en septiembre de 2009 ↓

Seguridad en Keio

En la universidad, mi grupo de investigación dispone de varios laboratorios, habitaciones y despachos. Como en todas partes, algunos son más restringidos que otros, no tanto porque se guarden secretos sino para evitar robos (son raros, aunque podrían darse) y manazas que se pongan a toquetear una máquina que no deberían usar.

A las habitaciones de menos seguridad se accede marcando un código en la puerta. El código no es especialmente complicado, está puesto para que sea fácil de recordar, aunque no es tan obvio como 12345 ó el número de la habitación. Fijáos cómo los números están descolocados cada vez de una forma diferente para que no pueda descubrirse la contraseña por el desgaste de las techas:

Cerradur con contraseña

Los laboratorios que requieren algo más de seguridad tienen un sensor en la puerta que lee tarjetar RFID, además de que están en los sótanos de la universidad, un área más restringida, de forma que pueden determinar quién entra y a qué horas (aunque tal como son los japoneses que trabajan a cualquier hora cualquier día, está puesto para que se pueda entrar 24 horas al día 7 días a la semana).

Por último, en los lugares más restringidos no se deja nada en manos del azar, como que puedan robarte la tarjeta o crackear el código de acceso. Usan llaves normales y corrientes, pero las llaves está a su vez en otra habitación a la que se accede con código o tarjeta, y además las custodian un osito y un patito feroces. Para coger una llave tienes que anotarlo en un formulario guardado en un cajón, así queda constancia de quién tiene la llave en cada momento, y más te vale devolverla tan pronto acabes, que si no el patito del llavero se chiva :P.

Medida de seguridad

Y de estas tres llaves hay una especialmente sensible: la que lleva la alarma integrada. Este sistema de alarma también lo he visto en varias tiendas de ropa para las prendas más caras.

Un puente por todo lo alto

Todo sigue bien. No nos quedamos en el Fuji. Subimos durante una noche de luna nueva iluminando los pedruscos que hacían el camino de ascenso, vimos amanecer hechos una pelota humana por las temperaturas bajo cero que había en el cráter a 3770m de altura y bajamos deslizándonos y corriendo por una ladera de ceniza. Ya pondré fotos y algún video chulo que tengo por ahí.

Después, cuatro días por la región de Tohoku, concretamente a unos 400~500km al norte de Tokyo. Como coincidían varios días festivos y se hacía un puente de viernes a miércoles, miles de japoneses tuvieron la misma idea que nosotros y no pudimos encontrar alojamiento (ni barato, ni caro) en ningún lugar. Así que cada día volvíamos a casa a dormir. Sí, cientos de kilómetros para allá y otros cientos de vuelta cada día. Levantándonos a las 5am y regresando a medianoche. Afortunadamente la mayor parte del recorrido era en tren bala, cómodo y rápido, aunque muy caro. Sólo deciros que en 4 días tomamos trenes por un valor total de 70.000¥ (500€), aunque con el pase de turistas nos costase muchísimo menos: 75€. Ya os lo contaré con más detalle, que tiene miga la cosa.

Vimos templos de oro, decenas de islas desperdigadas en una bahía, samuráis en mitad de la calle, campos de arroz más dorados aún que el oro de los templos. Las fotos vendrán a partir de la semana que viene.

Y ahora de momento liado con unas simulaciones mientras otros están de visita en Kamakura. Esta tarde veremos Yokohama, y el fin de semana aún está por decidir, que aunque no será tan frenético como estos últimos días, queda por visitar el área metropolitana más grande del mundo: Tokyo.

Multiplexación

Pues eso, que si el día sólo tiene 24h tengo que repartirlas equitativamente entre las necesidades básicas para sobrevivir, para graduarme, y para atender a las visitas que estoy recibiendo ahora.

Hoy nos hemos levantado a las 4am para ir a ver la lonja de Tokyo (Tsukiji). Mañana ascenderemos durante toda la noche el Monte Fuji (3776m) para ver amanecer desde la cumbre. Un día más tarde saldremos en el primer tren de la mañana (5am) hacia Tohoku, y a partir de ahí a hacer km intentando ver Nikko, Matsushima, Hiraizumi y Aizu-Wakamatsu. ¿Lo conseguiremos?, quién sabe, ojalá los horarios de tren y el tifón que se acerca sean benevolentes con nosotros.

Como veis, de momento dormir no es una necesidad básica, puedo comer en el tren y actualizar el blog desde la universidad :P.

Pues eso, que aunque tengo un par de entradas pre-escritas, el blog estará algo abandonado un par de semanas hasta comienzos de octubre. Aunque si el sábado al despertaros leéis en los periódicos que el Fuji se ha tragado a cinco españoles entonces podría ser algo más de tiempo.

Sistema urbano frenado de bicicletas

Lo vi en una cuesta abajo bastante pronunciada. Si no frenas, más te vale dominar el slalom.

Frena bicicletas

Cruces y lunares

Para ir de la universidad a mi casa tengo que atravesar dos cruces, uno es este:

Cruce de HIH

Y el segundo, donde me encontré a un ciclista con maillot de lunares patrocinado por Rabobank hablando por teléfono:

Ciclista Rabobank con lunares

No sé… no lo veo tan raro. Estamos en Japón, cosas peores se han visto.

Tipos de órbita

Es curioso ver cómo los satélites que toman imágenes para Google Earth siguen órbitas polares, que son aquellas en las que el satélite pasa sobre los polos terrestres en cada rotación, consiguiendo así (dependiendo del periodo de rotación del satélite y por tanto de la altura del mismo) acabar pasando sobre cualquier punto de la tierra con una misma órbita (es decir, sin necesidad de gastar combustible). Se puede comprobar muy fácilmente viendo regiones donde Google no pasea a una avioneta y tira de satélite, como África:

(clic para abrir un vídeo .ogg 1.5MB)

Pero la órbita polar no es la única. Hay muchos tipos de órbitas que se pueden usar para los satélites artificiales, ya que cada una tiene sus aplicaciones específicas porque los satélites pueden ser de comunicaciones, TV, metereológicos, etc. Veámoslas:

  • Orbita Geoestacionaria: aquella que hace girar al satélite en el plano del ecuador a la misma velocidad que la rotación de la tierra, por tanto desde aquí abajo vemos al satélite siempre fijo en la misma posición. Imagináos si para ver el Digital Plus tuviérais que andar moviendo la antena para seguir al satélite…
  • Órbita Geosíncrona: Aquella en la que el satélite orbita con un periodo múltiplo (o submúltiplo) del día sidéreo, de forma que siempre se le ve en el mismo punto a la misma hora. Es como si le encargáramos al satélite que se diera un paseo pero que cada día volviese por casa para apuntarle con la antena y que nos diga qué ha visto por ahí. Vosotros mismos podéis imaginar aplicaciones. Por ejemplo, para poner en hora el reloj, sabiendo nuestra posición es fácil calcular a qué hora pasará el satélite. Y a la inversa, sabiendo la hora y dónde está el satélite, podríamos calcular nuestra posición en la superficie que es lo que hace el sistema GPS.
    Lo del día sidéreo en realidad es una rotación de 360º de la Tierra, pero como además la Tierra se mueve alrededor del Sol tiene que girar un poco más de 360º para que el Sol vuelva a estar en la misma posición relativa desde la superficie (es decir, lo que venimos a llamar un día de 24h). Otra forma de verlo es que un año tiene 366 días sidéreos (366 rotaciones), pero como la Tierra también gira alrededor del Sol al cabo de un año hemos conseguido compensar una rotación y nos quedamos con los famosos 365 días. Es algo parecido a lo que le pasó a Willy Fog, que vio 80 amaneceres pero habían pasado 79 días, porque al moverse de oeste a este (acercándose al amanecer) cada uno de esos 80 días era un poco más corto de lo que sería si se hubiera quedado quieto.
  • Órbita Tundra: es un caso raro de órbita geosíncrona con período de 1 día, pero sin ser geoestacionaria porque tiene el plano de la órbita muy inclinado respecto al ecuador y además es elíptica. Se usa en zonas en las que resulta complicado proveer de cobertura con una geoestacionaria porque están alejadas del ecuador y la curvatura de la tierra hace que tengas mucha atmósfera de por medio (es decir pérdidas, refracción, etc). No consigue cobertura durante todo el día, pero sí durante muchas horas. A los rusos les viene genial, ¿de dónde creéis que viene el nombre si no? :P, aunque ellos usaban órbitas de período 2 (Órbita Molniya) que pasaban 8h al día sobre la URSS, 8h sobre USA y las otras 8 restantes viajando de un lado al otro. Así con 3 satélites desfasados podían cubrir la región durante todo el día, y de paso no le quitaban ojo a los norteamericanos.

  • Órbita Heliosincronizada: es la órbita elíptica en la que a lo largo del año el satélite siempre ve a la tierra con las mismas condiciones de iluminación. Ideal los metereólogos, así no tienen que ajustar parámetros. Se consigue haciendo que la órbita del satélite vaya girando conforme lo hace la tierra alrededor del sol. Este giro se llama precesión y está causado porque la tierra no es una esfera perfecta, sino que está achatada.
  • Órbita Halo: un caso muy raro en la cual el satélite se ayuda de los puntos de lagrange (puntos de equilibrio debido a la interacción gravitatoria de dos cuerpos). Se pueden usar para tener una sonda espacial que tome datos de la cara oculta de la luna y que en ningún momento pierda de vista a la Tierra.
  • Órbita de Herradura: otro caso raro, en el que además hay que tomar como referencia el sistema Tierra-Sol, es decir considerarlo fijo y que todo lo demás alrededor se mueve de forma rara. El nombre proviene de la forma que toma en un caso exagerado de su recorrido aparente al considerado sistema fijo Tierra-Sol.
    (izquierda, Tierra-Sol como sistema fijo, para lo cual hay que ir girando el plano del sistema Solar en vez de dejarlo fijo que es como estamos acostumbrados a verlo, en la derecha)

Y si siguiéramos con las órbitas alrededor de Marte, el Sol, o la Luna sería más o menos igual que las anteriores pero cambiando el prefijo geo- por areo- , helio-, o seleno- respectivamente.

No pagas IVA si resides fuera de la UE

Leyendo las noticias españolas me entero de que el gobierno considera como posibilidad subir el IVA. A partir de aquí, no sé bien cómo mi cabeza ha empezado a divagar, pensando en lo bajo que es este impuesto en Japón (sólo un 5%), que los turistas que vienen les hacen una rebaja por ese porcentaje en la tienda, que yo no puedo porque en mi pasaporte tengo el visado japonés

Dándole vueltas y usando internet he llegado a una conclusión muy interesante: residiendo en Japón no tengo por qué pagar IVA en España. Y esto mismo aplica para los que estéis viviendo fuera de la Unión Europea. Bueno, no vale con estar viviendo, sino que tienes que estar residiendo. La diferencia es que te desligas de España para lo bueno y para lo malo como pago de impuestos, recepción de subvenciones o participación en concursos.

Yendo a lo práctico no se trata de no pagarlo, sino solicitar una devolución como hacen los turistas, con ciertas limitaciones, como que sólo puedes ahorrarte el IVA en compras superiores a 90€. Te tienen que hacer una factura especial previa presentación de algún documento que certifique que estás residiendo fuera de la UE, como por ejemplo el DNI emitido en algún consulado o el pasaporte estampado con el sello de residente:

Tokyota

Después, a la hora de salir de España y siempre que no hayan pasado más de tres meses desde la compra, puedes solicitar devolución del IVA en las oficinas de la aduana del aeropuerto donde comprueban que llevas encima lo que has comprado, tomarán nota de los números de serie correspondientes y te validan las facturas. Lo que no sé es hasta qué punto verifican que de verdad los facturas o te los llevas puestos de equipaje de mano, porque se supone que esos objetos no pueden quedarse en España.

Por último, envías de vuelta las facturas validadas al establecimiento donde hiciste la compra, y ya te reembolsarán el dinero de alguna forma, y en este caso haber pagado con tarjeta de crédito evita tener que dar más datos y esperar tiempo extra. Una alternativa con la que obtienes el dinero en el mismo aeropuerto es haciendo uso de alguna empresa como Global Refund, aunque ojo, que se llevan una suculenta comisión fijada por el gobierno que puede suponer hasta casi el 40% de la cantidad a devolver.

Aparte del papeleo y tiempo extra que requiere, (lo que puede hacer que desistas de solicitar la devolución por la compra de un par de pantalones y tres camisetas), a la llegada de vuelta a tu país de residencia tendrás que declarar la mercancía si te pasas de las franquicias previstas. Por poneros un ejemplo, en la aduana de Australia me preguntaron (entre otras muuuchas cosas) por la edad de mi portátil, luego me dijeron que si hubiera tenido menos de tres meses me tocaba pagar.

Así que ya sabéis algo a lo que podéis recurrir los expatriados si aprovecháis las vacaciones por España para ir de tiendas. Eso sí, con control porque si os podrían denegar parte del equipaje por sobrepeso, y sería una pena tener que dejar las compras en tierra ¿a que sí?.

PS: Otras ventajas de estar inscrito como residente en la embajada es que te invitan a fiestas, que al volver tienes preferencia en los concursos de vivienda protegida como “emigrante retornado” o incluso que si has trabajado durante al menos un año en el extranjero puedes solicitar un subsidio de desempleo para retornados durante 18 meses.

PS2: Hoy la tierra está pasando exactamente por el mismo lugar de su órbita que cuando llegué a Japón.