Un puente por todo lo alto

Todo sigue bien. No nos quedamos en el Fuji. Subimos durante una noche de luna nueva iluminando los pedruscos que hacían el camino de ascenso, vimos amanecer hechos una pelota humana por las temperaturas bajo cero que había en el cráter a 3770m de altura y bajamos deslizándonos y corriendo por una ladera de ceniza. Ya pondré fotos y algún video chulo que tengo por ahí.

Después, cuatro días por la región de Tohoku, concretamente a unos 400~500km al norte de Tokyo. Como coincidían varios días festivos y se hacía un puente de viernes a miércoles, miles de japoneses tuvieron la misma idea que nosotros y no pudimos encontrar alojamiento (ni barato, ni caro) en ningún lugar. Así que cada día volvíamos a casa a dormir. Sí, cientos de kilómetros para allá y otros cientos de vuelta cada día. Levantándonos a las 5am y regresando a medianoche. Afortunadamente la mayor parte del recorrido era en tren bala, cómodo y rápido, aunque muy caro. Sólo deciros que en 4 días tomamos trenes por un valor total de 70.000¥ (500€), aunque con el pase de turistas nos costase muchísimo menos: 75€. Ya os lo contaré con más detalle, que tiene miga la cosa.

Vimos templos de oro, decenas de islas desperdigadas en una bahía, samuráis en mitad de la calle, campos de arroz más dorados aún que el oro de los templos. Las fotos vendrán a partir de la semana que viene.

Y ahora de momento liado con unas simulaciones mientras otros están de visita en Kamakura. Esta tarde veremos Yokohama, y el fin de semana aún está por decidir, que aunque no será tan frenético como estos últimos días, queda por visitar el área metropolitana más grande del mundo: Tokyo.