Entradas escritas en enero de 2009 ↓

Productos de Akihabara

Quizá os interese venir a Japón para comprar tecnología. Aunque la crisis económica mundial esté sacudiendo también a los japoneses que ven cómo el yen se encarece y sus productos resultan cada vez más caros para la exportación, aún se pueden encontrar auténticas gangas en los alrededores de Akihabara o en las tiendas de segunda mano.

Como hay muchas fotos en las que interesa subirlas a alta resolución, no voy a embedir ninguna foto directamente en el post ya que lo haría muy lento, sino que voy a ir poniendo enlaces a la foto en calidad máxima. Son casi 2 MB por foto. 

Ojo, las fotos están tomadas en octubre así que es muy probable que los precios hayan bajado sustancialmente desde entonces. La traducción a euros la pongo con un cambio de en torno a 120¥ el euro, que es por donde ha rondado estos días.

 

Zona de Akihabara, productos nuevos:

Réflex digital Olympus E-510 con un 14-42 por 44.000¥ (360€), o sólo el cuerpo por 34.000¥ (280€).

Réflex digital Nikon D80 con un 18.135 por 110.000¥ (900€), o sólo el cuerpo por 77.000¥ (640€).

Réflex digital Canon 40D solo cuerpo por 110.000¥ (900€) y la 50D por 150.000¥ (1.250€).

Pendrives de todos los tamaños, hasta 32GB. El de 4GB son 1180¥ (10€).

Lámparas de rayos por USB desde 630¥ (5€).

Tambores de 50 DVDs por 1.100¥ (9€).

Deleitaros con la cantidad de tarjetas de memorias que venden, y lo organizado de los precios, listos para cambiar en cualquier instante.

Conecta un mando de PS2 a PC por 880Â¥ (7.3€). Yo estaba pensando en el DDR…

Motores, servos, engranajes, ventiladores, tiendas enteras dedicadas a partes de robots. 

Y si quieres tenerlo todo junto, kits de robots por 1.540¥ (13€).  

Si no tenéis soldador, no hay problema. Desde menos de 1.000¥ (8€) podéis comprar uno. 

Traductoras de gama media por 15.000¥ (125€). Yo tengo una de estas, y va genial. Sólo usa 2 pilas AA, y aún no se las he tenido que cambiar.

Discos duros externos pequeñitos y sin necesidad de transformador, 250GB por 9.900¥ (83€).

HUBs USB muy chulos en el entorno de los 1.000¥ (8€). ¿A que sí Isra?

Además, todo tipo de conectables al puerto USB, como lámparas, macetas, muñecos, ventiladores, ambientadores, los típicos perritos, por unos 1.000¥ (8€) (sorry, no hay foto).

 

Akihabara y tiendas de segunda mano:

Ordenadores tipo Pentium 4 a 2Ghz por 15.000¥ (125€). Sin monitor.

Monitores de las mejores marcas (Sony, Samsung), de 15″ por 7000Â¥ (60€) y de 17″ desde 14.000Â¥ (120€).

Portátiles Core2Dúo desde 55.000¥ (450€).

Objetivo 28-200 por 800¥ (7€).

Tabla de snowboard por 1.000¥ (8.5€).  

Cámaras Polaroid por 800¥ (7€). Otra f5/12oto.

Guitarras, eléctricas o no, desde 5.000¥ (42€).

Teléfono secreto antiguo de verdad por 9.800¥ (82€)

Videoconsolas: PS2 por 3800Â¥ (30€), Gamecube por el mismo precio, Dreamcast por 1.500Â¥ (12€), Nintendo 64 por 2500Â¥ (21€), videojuegos originales muy baratos (unos pocos cientos de Â¥ – unos pocos €)

Sillón de masajes por 30.000¥ (250€). Nuevo cuesta 10 veces más.

Patinetes a 800¥ (7€), otra tabla de snow con funda y botas por 2800¥ (23€), sofá por 3.800¥ (32€).

 

Lo anterior es sólo una mínima parte de lo que se puede encontrar. Si queréis ver más, tendréis que venir a visitarme :P.

Por último, recuerdo que dentro de 6 días vuelvo para España. Si alguien está especialmente interesado en algo podéis encargármelo porque llevo espacio de sobra en la maleta. Eso sí, cuanto antes mejor, porque estos días hay muchas cosas que hacer y que preparar para la vuelta. Por último, aunque la mayoría de transformadores que vienen con los aparatos son compatibles en Europa, hay otros que sólo valen para 110V (como el soldador).

Planes de año nuevo

Ha sido complicado llegar hasta donde estoy ahora. Los últimos diez días han sido bastante estresantes. En lo que llevo de semana me he tirado en la universidad algo así como 60 horas. La mayoría de ellas en un laboratorio underground limpiando obleas de silicio con ácido sulfúrico y otros productos más peligrosos (HF), observando superficies nanométricas con el microscopio AFM,  creciendo sandwiches (superlattices) de isótopos de silicio (28, 29 y ¡30!), cortándolas en cachitos de 10x5mm y por último dándoles calor a temperaturas que rondan los 1000ºC, 

He aprendido mucho. Tanto del funcionamiento de las máquinas como detalles que se me habían pasado al estudiarme la teoría por mi cuenta. Pero ha sido duro. Yo quería acabar pronto porque se me habían ocurrido unos planes muy buenos para este fin de semana. Mi sempai quería acabar pronto para poder redactar su Master Thesis, pero su ambición por hacer más y más experimentos la superaba y me superaba. Cuando el martes pasado falló un experimento a las 8 horas de iniciarlo pensé que ya no había posibilidad de tener libre este fin de semana. Pero al contrario, sirvió para que nos espabiláramos. 

Y lo conseguimos. Pero a costa de trabajar duro. El domingo pasado, de 10 de la mañana a 7 de la tarde. El lunes, estudiando por la mañana y en el laboratorio desde después de comer hasta las 10 de la noche. Martes, de 10 a 11, y no fue solo una hora precisamente. Miércoles, también de 10 a 11… del día siguiente. Toda la noche en el laboratorio. Echando cabezadas de media hora cuando se podía esperar, y poniéndose mil alarmas para no perder la cita con Julieta, el horno. 

Al acabar todo confirmé los planes con mi sempai. Tenemos que esperar una semana a que lleguen los resultados de SIMS, que es algo así como una taladradora nanométrica que perfora las muestras y nos dice el perfil atómico en función de la profundidad. No tenemos máquinas para ello, así que hay que enviarlo a un laboratorio externo y por eso tarda tanto. De forma que… hasta el miércoles o jueves de la semana que viene no tengo nada especial que hacer. Y como esta semana he trabajado mucho, ahora llega la recompensa. Me voy a tomar un par de dias, lunes y martes, ademas de adelantar el fin de semana al mediodía del viernes.

¿Y qué voy a hacer?. Pues celebrar el fin de Año Chino en Chinatown. Hay muchas chinatown por el mundo, la que me pilla más cerca está en Yokohama, a apenas 30 minutos en metro desde mi casa. Pero eso sería demasiado fácil, cojo cualquier tren de los que pasan cada 2 minutos y listo. O me espero al exprés, más o menos cada cuarto de hora y que se salta más de la mitad de las paradas. Pero no… voy a ir a otra más lejana. Dos horas y media de tren, con tres trasbordos de por medio, después una espera de casi dos horas en una sala acristalada donde tratarán de desnudarte, o al menos que se te caigan los pantalones, y por último sentarse en una butaca con vistas a las estrellas y relajarse escuchando el ronroneo de la maravillosa máquina durante siete horas y cuarenta minutos, hasta ser despertado por el bache que indique el abandono del Cielo y la vuelta a la Tierra.

Ahí estaré, girando en el mayor círculo máximo a casi 500m/s, perdiendo 30º de latitud y ganándolos en temperatura, en un micro-estado llamado Singapur, la ciudad de los leones, aunque los únicos que haya estén petrificados o en el zoológico. Por allí hay planes suficientes para pasar cuatro días, el año nuevo Chino,  la isla de Sentosa, una escapada a Malasya, y más, aunque el punto más a favor y decisivo para ir es hacerle una visita a buena gente como Israel. Ni siquiera han pasado veinte días desde que nos despidiéramos a medianoche en Manila (yo cogiendo un taxi de dudosa confianza que no tenía nada claro dónde paraban los autobuses hacia el aeropuerto low cost). 

Ahora es temporada baja y hay ofertas de vuelos, mis exámenes han acabado y el resto de gente está muy liada con sus tesis, cualquier excusa vale para escapar unos días de los japoneses. Aunque haya tenido que esperar hasta el día anterior para comprar el billete por temor a que cierta japonesa me trastocara haciéndome cambiar de planes. Al final hubo suerte. Y aquí estoy, volando. Posiblemente escuchando música o viendo alguna película de las que ponen en las pantallitas individuales. O quizá durmiendo, como el japonés que estaba sentado enfrente mío cuando escribía este post en el tren de camino al aeropuerto, que se ha quedado dormido jugando a la PSP.

Pues eso, el domingo por la noche a entrar en el año de la vaca con bien pie. ¡Hasta pronto!

Houston, we have a problem

#4 July 4th week.
Attribution-ShareAlike License by next sentence 

 

La punta del iceberg

Estos últimos días están siendo un poco más duros en cuanto al entendimiento de cómo funcionan los japoneses. Es duro porque su comportamiento ante ciertas situaciones es chocante, e incluso estresante. Afortunadamente me voy acostumbrando, y aunque no lo comparto lo acepto, sé que es así y que no puedo hacer nada para cambiarlos, son un caso perdido. Menos mal que me queda ya poco tiempo durante el cual me tengo que adaptar a su manera de funcionar, porque ahora me están enseñando a su manera cómo operar las máquinas del laboratorio. Sin embargo a partir de abri seré mucho más independiente, usaré las máquinas por mi cuenta, así que lo haré de una forma algo más razonable, y no tan mecánica. 

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Mi frigorífico

Esta mañana me ha dado por enseñaros una foto de mi frigorífico (冷蔵庫, reizōko, frío + lugar para proteger protección + despensa). No es que esté muy lleno, la lista de la compra tiene varios items por comprar, así que me tengo que acercar un día de estos, quizá esta tarde. Sí, esta tarde. Es domigno, pero abren todas las tiendas como un día cualquiera. Salvo correos, los bancos (cajeros automáticos incluídos) y las agencias de viajes el comercio no distingue de fines de semana y festivos. 

Bueno, ahí va la foto:

Podéis ver que hay varias cosas típicas japonesas, como el tofu, los brotes de soja, y alguna rareza como la pepsi blanca (en el cajón de abajo del todo). 

Y hay cosas que echo en falta, como el jamón, algo de queso, mazapán, turrón chocolate de verdad (en japón el que venden no es gran cosa), frutos secos, o más fruta. Los plátanos es la fruta más barata, 5 ó 6 por 100¥ (0.8€), después las mandarinas, aguacates y kiwis (2 por 100¥), y el resto de fruta al menos a 100¥ la pieza en el sitio más barato. 

El párrafo anterior sólo es una sugerencia por si alguna vez os pasáis por aquí y no sabéis qué traerme…

Venga, los que estéis estudiando fuera de casa, animáos a poner una foto de vuestro frigorífico para comparar un poco por ahí. 

Temblad

Terremoto de 7.5 grados más allá del norte de Japón, pero se ha dejado sentir en Hokkaido y en buena parte de Honshū (mi isla), aunque no por la zona de Tokyo. 

Por cierto, si alguna vez hay un terremoto gordo y no publico algo, no quiere decir que esté bajo los escombros, sino que hay un corte en las comunicaciones o mi portátil se ha escapado por cualquier delgada grieta en el pavimento… o simplemente que estaba durmiendo y no me he enterado.

A principios de semana ocurrió uno en Costa Rica, alguien se equivocó de año, porque si no hubiera acertado de pleno, justo un año atrás estaba en el Volcán Poás, la zona del epicentro. Más aún, hace trece días ocurrió otro de la misma magnitud que este de Japón más al sur de Filipinas estando aún por allí.

Si es que me persiguen, como a otros la nieve. Temblad cuando vaya por Europa :P.

Cómo viajan los japoneses

Estoy aconsejando acerca de un viaje por España a los compañeros japoneses de mi laboratorio. Y veo que es complicado, algo no encaja, su forma de viajar es totalmente distinta a la que tenemos en Europa.

Primero, sólo van a viajar durante una semana, esto es, siete días, incluyendo el día de llegada y el de salida. Después, quieren ver una cantidad ingente de lugares, Madrid, Toledo, Barcelona, una o dos ciudades más de Europa, alguno incluso habla de acercarse por Marruecos. Y por si fuera poco, todo esto incluyendo actividades como un partido de fútbol de la Champions League (Real Madrid-Liverpool), ir a los entrenamientos para conseguir un autógrafo, una visita a los laboratorios de la universidad, etc.

Lo que ocurre es que viajan con dinero. Y no les importa pagar 250€ por la entrada del partido de fútbol, o más de 100€ para tomar un AVE a primera hora de la mañana, visitar Barcelona en un día, y salir a la mañana siguiente hacia París, incluso moverse dentro de las ciudades usando taxi en lugar del transporte público. Con todos esos gastos extras podrían pegarse otras vacaciones completas en Europa, en Norteamérica, o en cualquier otra parte del mundo. Claro, pero cómo se pueden permitir una semana de vacaciones en toda la carrera (cuando la acaban), pues se funden lo que haga falta y se limitan a seguir el camino fácil y los puntos turísticos importantes. 

Así no se conoce un país realmente. Además, de que les puede surgir cualquier imprevisto, porque España no es como Japón, no puedes calcular todo comprimido y al minuto, porque los medios de transporte se retrasan y el estrés producido arruinaría las vacaciones. 

¿Y cómo les explico que aunque Madrid no es peligroso deben andarse con cuidado?, porque no tienen el sentido común mínimo para proteger sus pertenencias, ya que en Japón no hace falta.  

En fin… veremos en qué acaba todo…