El fin de semana pasado se me estropeó el cargador de mi portátil. Dependiendo de la posición del cable cargaba o no. Lo malo es que cuando no cargaba, el portátil reconocÃa que estaba enchufado a la red, por lo que no indicaba el tiempo de baterÃa restante, ni bajaba el brillo de la pantalla, y además se iluminaba la luz verde del extremo del cargador indicando que la baterÃa estaba llena, cuando no es cierto.
Llegué a dudar de si el problema estaba en el cargador o en el portátil, pero toqueteando el cable me di cuenta de que hacÃa un mal contacto justo en la unión entre el cable que se conecta al portátil y el cargador en sà mismo, a pesar de ser una parte especialmente reforzada.Â
Pensando cómo se podrÃa haber producido, he caÃdo en la cuenta que desde que tengo el portátil, hace casi año y medio, lo he transportado con el cargador prácticamente todos los dÃas de casa a la universidad y viceversa, además de acompañarme a varios viajes. En cada ocasión enrollaba y desenrollaba el cable tal como lo recomiendan en la página web oficial de Apple. Pero 300 dÃas trasladando el cable supone prácticamente 600 enrolles y desenrolles. Y si siempre se hace igual, por muy bien que se haga, el cable se acaba viciando por los mismos sitios.Â
El cargador anterior estaba fuera de garantÃa (El Corte Inglés considera el cargador como consumible, y sólo le aplican 6 meses de garantÃa), y el seguro a todo riesgo contra daños (no robo) que contraté junto al portátil no cubre averÃas inferiores a 90€, asà que he  tenido que acercarme a la Apple Store de Shibuya y desembolsar 9800Â¥ (75€) para comprarme un nuevo cargador. Por cierto, un trato y una atención exquisitos, y encima me regalaron unas pegatinas :D.Â
PodrÃa haber intentado reparar el anterior por mi cuenta, pero siempre se habrÃa quedado resentido. He preferido comprar uno nuevo porque el cargador es algo importante en un portátil, ya que se puede cargar el portátil (en los dos sentidos de la palabra cargar: rellenar y destruir).
La ventaja es que ya no tengo que transportar el cargador. El antiguo lo mantengo siempre enrollado y de forma que funcione fijo en la universidad. Y el nuevo fijo también en casa, pero con el cable libre, para que no se vicie. Ah, y cuando alguna vez tenga que transportarlo, nada de enrollarlo, sino tal cual entre en la mochila, asà el cable no toma siempre la misma forma.Â
Aunque eso sÃ, la próxima vez que vuelva a España me voy a acercar por El Corte Inglés y voy a discutirles en persona su polÃtica de considerar el cargador como un consumible… porque no tengo muy claro que sea del todo correcto. Y si no entran en razón los del departamento de informática, quizá los del seguro, o quizá no lo necesite, es perfectamente posible (aunque no deseable, ya que el portátil es mi principal herramienta de trabajo) que cualquier mÃnimo detalle durante los próximos meses suponga un aumento de la factura de 75€ del cargador a 90€, como que se me salte una tecla al escribir uno de los posts de este blog.