Ayer por fin entregué la Master Thesis. Un reguero de personas que cerca de las 16:30 se acercaban hasta el lugar de entrega, un aula. Bien ordenador en filas tenÃamos que localizar el tÃtulo de nuestro trabajo y comprobar que todo estaba correcto. A continuación, se lo entregábamos a administrativos que habÃan dispuesto varias mesas a modo de mostrador. Me pareció un proceso muy parecido al de cuando vas a votar (que por cierto, acaban de quitarnos parte del derecho al voto a los españoles residentes en el extranjero).
Fue una semana intensa. El jueves dormà menos horas de las que puede contar ET con sus dedos (en base 10), y la noche anterior fue en el sillón del laboratorio, porque me llegó una ola de inspiración y no hay que desaprovecharlas. Como ya sólo me queda la presentación el próximo martes, algo que tengo ya ensayado con el profesor y sólo le faltan ciertas adaptaciones, decidà ponerme esta mañana el despertador cuatro horas después del amanecer (10am, cuando ya ha pasado más de un tercio de la luz solar del dÃa). El despertador sonó en punto, y convenientemente lo reprogramé para una hora más tarde. HacÃa frÃo y puse la calefación para que luego no me diera tanta pereza salir de la cama.
Y una hora más tarde me desperté. Vaya fuerza que tiene mi despertador, que fue capaz de dar tres o cuatro sacudidas a la cama, tambalear al edificio entero durante medio minuto e incluso activar los sistemas de detección de terremotos japoneses:
Se nota que el despertador tiene pilas nuevas: 5.2 grados en la escala Ritcher. Aún tengo un paquete de diez sin estrenar, y me da un poco de miedo cambiarle las pilas al láser para la presentación de la Master Thesis. El objetivo es convencer, no amenazar al tribunal. Aunque podrÃa probarlo antes en casa, vivo en un 12º piso y tengo buen rango de visión. En el peor de los casos consigo cazar a algún cuervo y freÃrlo para comérmelo con patatas. Bueno, mejor no, dejemos las pilas en el despertador y el láser en su estuche, a ver si va a venir la policÃa a buscarme pensando que también guardo armas en esta residencia de estudiantes…