Estos últimos dÃas están siendo un poco más duros en cuanto al entendimiento de cómo funcionan los japoneses. Es duro porque su comportamiento ante ciertas situaciones es chocante, e incluso estresante. Afortunadamente me voy acostumbrando, y aunque no lo comparto lo acepto, sé que es asà y que no puedo hacer nada para cambiarlos, son un caso perdido. Menos mal que me queda ya poco tiempo durante el cual me tengo que adaptar a su manera de funcionar, porque ahora me están enseñando a su manera cómo operar las máquinas del laboratorio. Sin embargo a partir de abri seré mucho más independiente, usaré las máquinas por mi cuenta, asà que lo haré de una forma algo más razonable, y no tan mecánica.Â
La punta del iceberg
enero 19th, 2009 — Curiosidades, Japón, Keio