El bolígrafo perfecto

Ayer descubrí una de las cosas que más me ha impresionado hasta el momento en Japón. Quizá para algunos sea una tontería, pero para mi no, así que os voy a contar la historia desde el principio, que comienza hace mucho tiempo.

Todo empezó hace diez años, (tranquilos, seré breve) cuando el Ratoncito Pérez me trajo con una caída de una de las últimas muelas de leche un bolígrafo diferente a los Bic tradicionales que había estado usando hasta ese momento. Era un Pilot G-Tec C4 negro. Me gustó mucho porque te permitía escribir sin necesidad de apretar, y además no traspasaba el papel como los tradicionales Pilot de toda la vida. El grosor del trazo en principio no me importaba, sólo empecé a valorarlo más adelante cuando las páginas de apuntes comenzaron a llenarse de gráficos en los que tienes que escribir entre medias de todo.

Pilot G-Tec-C4 - Cap Off, with Sample

Attribution-NonCommercial-ShareAlike License by pigpogm

Pilot G-Tec-C4 - Cap On

Attribution-NonCommercial-ShareAlike License by pigpogm

Aquel fue el primero. Y desde entonces los sigo usando. Principalmente de tres colores: Negro, azul y verde. El azul como principal color, el negro para resaltar y el verde para cosas secundarias. Tienen ciertos problemas, como que no tienen goma para agarrarlos (lo cual prefiero), tienen una tapa que a veces me dejo a saber dónde, y lo peor de todo, ponte a temblar si se cae al suelo, porque hay un 50% de posibilidades (dato proveniente de la experiencia) de que la punta quede chafada. A veces se puede arreglar con unos alicates y mucho cuidado, pero nunca vuelve a ser el mismo bolígrafo. Yo solía guardar los bolígrafos gastados para tener puntas de repuesto, porque es muy sencillo cambiárselo, basta no haberse cortado las uñas el día anterior y tener buena vista.

Desde hace 10 años he sido un incondicional de ellos, pese a que nunca me fue fácil encontrarlos (los arquitectos se llevan todo el suministro). No son baratos, y por tanto impopulares en cierta medida. Lo que acabé haciendo era aprovisionarme de ellos a principio de curso, y así además conseguía una rebaja de casi un 20% en tiendas como Carlín. En Japón no quería que me pasase lo mismo, temía no encontrarlos, así que hice lo mismo, compré bolígrafos como para parar un tren bala, y los metí en la maleta de mano junto con los cargadores, disco duro y otras cosas importantes.

El primer fail me esperaba en el mismo aeropuerto de barajas. Al que le miraba el monitor de los rayos X se le debieron quedar los ojos a cuadros cuando vio un matojo de cosas alargadas con punta metálica y un fluido extraño en su interior rodeado de cables. Supongo que esta gente habrá visto de todo, pero nunca pararemos de sorprenderlos. Se tranquilizó cuando vio lo que era y le expliqué que no era un simple contrabando, sino que me iba a estudiar lejos y los necesitaba.

El segundo fail fue tres o cuatro días más tarde, cuando me enteré de que Pilot es una compañia japonesa (株式会社パイロットコーポレーション, literalmente Asociación de Compañías para Compartir Expresiones “Pilot Corporation”), y por tanto, no sólo estaban por todas partes, sino que la variedad es mucho mayor, tanto en colores, como grosores (¡desde 0.25 mm!), formas y tamaños. El tercer fail fue que cuestan la mitad que en España.

Bolígrafos Bolígrafos Bolígrafos

Desde entonces he ido tirando de los que me he traído, hasta que ayer dándome una vuelta en busca de algo que picar por la tienda de la universidad (que también venden comida) del campus de Hiyoshi descubrí algo que me maravilló:

Hazte tu propio bolígrafo

Abajo, fundas de bolígrafo de 2, 3 ó 4 compartimentos. Arriba, recargas de pilot de distintos tamaños y colores, y algún otro accesorio como portaminas o puntero de PDA. Aclaro que en Japón los bolígrafos múltiples se usan mucho, ya que son cómodos y no tienen partes que se pierdan. Además son baratos y de buena calidad, y para nada gordos e incómodos. Nunca antes había visto un bolígrafo múltiple que me convenciera, hasta ayer. No dudé en comprar los tres colores que uso y portaminas para ensamblarme mi bolígrafo perfecto.

Mi bolígrafo

Lo mejor es el precio. Las recargas de bolígrafos son a 80¥. El módulo de portaminas a 160¥ y la carcasa otros 160¥. En total poco más de 4€ por mi bolígrafo perfecto. Hoy lo he estado utilizando, y va genial. Cuando me vaya de Japón, me iré con un cargamento de recargas :).

Y para acabar, otro invento Japonés. Yo rara vez he empleado un marcador, siempre he sido partidario de subrayar con lápiz, pero seguro que quienes lo usáis sabréis valorar la utilidad de un marcador con ventana para saber dónde parar. Por supuesto, disponible en multitud de colores.

Marcador con ventana

Pregunta abierta

¿Qué diferencia existe entre viajaer e ir de turista?

(Escuchado en la radio mientras desayunaba, en uno de esos programas interesantes que sólo ponen a las 3 de la madrugada)