No sólo hay agua en Okinawa, estas islas también tienen un montón de lugares interesantes que visitar. Cierto es que si amenaza de lluvia continuamente pues a veces te planteas si realmente merecerá la pena ir o no a tal o cual sitio. Pero al final se va, y si tiene que caer una tormenta, que descargue en ti. Pero bueno, toda esa agua luego sirve para que la isla haya un montón de vegetación, medio selvática en cuanto te alejas un poco de la carretera.
La isla tiene mucha influencia de China. Los templos son más coloridos, los diablos que tienen en la entrada parecen lindos gatitos con los que ponerse a jugar. Son las mascotas de la isla. Los ves en los tejados, en estatuas en la calle, en los jardines de atrás de las casas, y por supuesto, en las tiendas de recuerdos.
(¿habÃais visto antes un billete de 2000Â¥?, yo es el segundo que veo. La puerta de atrás aparece en el mismo. Es un billete conmemorativo de la reunión del G8 en el año 2000 en Okinawa).
La capital, Naha, es casi otra ciudad japonesa más. Si bien es cierto que tiene un toque más “guarro” (está más sucia), y algo que sorprende, se ven rejas en los pisos bajos de las casas. ¿Tendrá algo que ver que estas islas estuvieron controladas por USA durante 27 años después de la WWII y aún hoy conservan bases de la USAF?, me da a mi que sÃ.
Por lo demás es parecido: muchas luces, semáforos que cantan, japoneses por todas partes, frikadas en cualquier esquina y un monoraÃl muy chulo. Fijáos que el conductor de éste último viste una camisa tipo hawaiana, no es el único, en Naha se ven más camisas de este estilo que trajes de salariman.
(Buzz Lightyear, Tetsujin 28 y un T-rex comprando recuerditos)
Pero alejémonos de la ciudad. Setenta kilómetros hacia el norte está Manzamo, unos riscos junto al mar con caprichosas formas. Las guÃas de viajes lo venden como un elefante, pero yo no le veo ni la trompa. Habrá que preguntarle a Shin-chan.
(¿Alguien se imagina qué significa ese cartel?)
Ahora hacia el sur de Naha, la capital. Fue el dÃa que nos fuimos en bicicleta y volvimos en tormenta. El destino quiso llevarnos a hacia una pequeña isla de aguas cristalinas y cielos ruidosos. Pasamos allà un buen rato. Unos por el agua, otros por el cielo.
Siguiendo con el tema de los aviones, cuando volvimos al aeropuerto a tomar el vuelo de vuelta, salió el Sol por primera vez en tres dÃas. Se burlaba de nosotros. Encima estaba ahà enfrente, para fastidiar las fotos desde la terraza del aeropuerto. Porque en Japón muchos aeropuertos tienen terraza, ideal para irse con una barra de pan a echar miguitas a los pájaros, a ver si cae se acerca alguno.
(tres ANAs)
(hacen reverencias hasta a los aviones)
(éste fue el que más pajarracos atrajo con el truco del pan)
Y para acabar, unas fotos que no he sabido muy bien donde poner. Hoy no estoy inspirado.
(nuestro hostal)
(500 colegiales, suficientes para llenar un jumbo, literalmente)
4 comentarios ↓
Madre mÃa, acabo de ver ese “ANA” colores retro y cais me caigo de la silla!!!
pd: Me han encantado los “Diablos”/Dragones o lo que sean :)
Jurr… me suenan dos o tres caracteres (uno es el de persona, no??) pero sigo sin saber qué significa el cartel de la foto… ya nos lo confesarás :)
Un abrazo!!
Xavi, de ese ANA vintage tengo un par de tomas más en plataforma. Mira esta. Ya a lo largo del mes prepararé un “destinos/vivencias” de Okinawa, centrándome en la parte de spooting. Ahora tengo más en mente mi presentación semestral del research, que la tengo la semana que viene.
Isra, no me esperaba esto de ti… que después de haber estado en tantos paÃses que escriben con kanjis no seas capaz de entender un “prohibido el paso”. Por dónde te meterÃas… :P
Bueno LuÃs, qué bien te lo pasas, eso esmuchoe sfuerzo, no?
Qué bien que te la estes pasando excelente. Yo quisiera conocer muchos lugares como tu, a ver si un dÃa nos vamos juntos nuevamente.
Un beso enorme
Escribe tu comentario