Todos los dÃas paso por este cruce. PodrÃa parecer un cruce normal, y en cierta medida lo es. Pero el hecho de que cada vez que entro o salgo de casa a cualquier parte tenga que cruzarlo lo hace diferente. Acabas fijándote en detalles de cómo se comporta la gente en él. Son cinco calles las que convergen, y cuatro los pasos de cebra que suelen ser bastante respetados por los japoneses; no tanto por los estudiantes internacionales ni los coches que aceleran cuando el semáforo acaba de pasar de ámbar a rojo.  Regular un cruce de cinco calles no es sencillo. Algo que aprendà aquà es que el semáforo en azul no quiere decir “libre”, sino más bien indica una no-prohibición del paso. Por eso siempre hay que mirar primero a la derecha luego a la izquierda y por último a la derecha de nuevo por si aparece un coche acelerado. La alternativa es acabar en la funeraria mirando a los cuervos que descansan en la multitud de cables que cubren el cielo.
El cruce
Escrito el 25 de octubre de 2009 a las 23:45 | Japón, Personal
5 comentarios ↓
Déjà vu??
Para tu información, la foto está tomada el 28 de agosto. De hecho hace tres meses ese espejo no existÃa. Curiosas las bromas que nos gasta la memoria :)
Cierto Luis, curiosas las bromas que TE gasta la memoria:
http://blog.ljou.es/2009/09/cruces-y-lunares/
;)
Un abrazo,
Israel, fiel seguidor de Luis@Keio ;)
Ooops. Pues sÃ. No recordaba en absoluto haberla puesto. Isra, te nombro seguidor Nº1.
“Porque yo lo valgo” ;)
Jejeje… y mira que te he dicho por teléfono lo de Rabobank… y no habÃa buscado el post!! Pero esta tarde, cuando se lo he comentado a Javi me ha dicho “Ah… pues a lo mejor sÃ…” y me he puesto a buscarlo :)
Un abrazo campeón!!
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