Cómo viajan los japoneses

Estoy aconsejando acerca de un viaje por España a los compañeros japoneses de mi laboratorio. Y veo que es complicado, algo no encaja, su forma de viajar es totalmente distinta a la que tenemos en Europa.

Primero, sólo van a viajar durante una semana, esto es, siete días, incluyendo el día de llegada y el de salida. Después, quieren ver una cantidad ingente de lugares, Madrid, Toledo, Barcelona, una o dos ciudades más de Europa, alguno incluso habla de acercarse por Marruecos. Y por si fuera poco, todo esto incluyendo actividades como un partido de fútbol de la Champions League (Real Madrid-Liverpool), ir a los entrenamientos para conseguir un autógrafo, una visita a los laboratorios de la universidad, etc.

Lo que ocurre es que viajan con dinero. Y no les importa pagar 250€ por la entrada del partido de fútbol, o más de 100€ para tomar un AVE a primera hora de la mañana, visitar Barcelona en un día, y salir a la mañana siguiente hacia París, incluso moverse dentro de las ciudades usando taxi en lugar del transporte público. Con todos esos gastos extras podrían pegarse otras vacaciones completas en Europa, en Norteamérica, o en cualquier otra parte del mundo. Claro, pero cómo se pueden permitir una semana de vacaciones en toda la carrera (cuando la acaban), pues se funden lo que haga falta y se limitan a seguir el camino fácil y los puntos turísticos importantes. 

Así no se conoce un país realmente. Además, de que les puede surgir cualquier imprevisto, porque España no es como Japón, no puedes calcular todo comprimido y al minuto, porque los medios de transporte se retrasan y el estrés producido arruinaría las vacaciones. 

¿Y cómo les explico que aunque Madrid no es peligroso deben andarse con cuidado?, porque no tienen el sentido común mínimo para proteger sus pertenencias, ya que en Japón no hace falta.  

En fin… veremos en qué acaba todo…

Tras un examen

Acabo de terminar el único examen que he tenido este cuatrimestre. Era de japonés. Como era de esperar, no fue complicado. Aunque no teníamos ningún modelo anterior nada se salió de lo normal, hubo tiempo de sobra y, si cabe, fue más sencillo de lo que me esperaba al no preguntar vocabulario directamente. Aún así, la sensación al salir de un examen sigue siendo más o menos la misma, una mezcla entre alivio, tranquilidad y ganas de hacer algo diferente. 

Algunos dirían que este semestre ha sido algo más relajado. Cierto es que no he tenido la presión de entregas, clases, exámenes que existe en la ETSIT, pero le he dedicado de media mis 9 o 10 horas diarias a la Universidad, sabiendo a la hora que entraba pero sin saber a la hora que salía, incluídos algunos fines de semana, festivos y días de vacaciones como el 24 de diciembre y siendo avisado de cambios de planes para el día siguiente a medianoche. Depender continuamente de alguien era un poco estresante. 

Ahora toca seguir unos días con este misma rutina, estudiando la teoría y aprendiendo cómo funcionan las máquinas que a partir del próximo semestre empezaré a usar por mí mismo. Entonces, aunque tendré que dedicarle el mismo o incluso más tiempo a la universidad, al menos me lo podré organizar de mi manera. Además, tendré más asignaturas que me mantendrán entretenido aprendiendo nuevas cosas interesantes.