Ya no soy un alien

Esta mañana, dos minutos antes de que sonara el despertador, un terremoto se ha ocupado de ser lo primero en lo que he pensado en el día de mi partida de Japón. Comenzamos bien el día :).

Unas horas más tarde, ya en la zona de facturación de la terminal 2 de Narita, un estruendo ha silenciado al ruido de fondo normalmente existente. He pensado en decenas de carritos portaequipajes cayéndose del piso de arriba, pero no, poco después he sentido el movimiento del edificio entero característico de otro terremoto que estaba ocurriendo. El ruido metálico era de la cubierta, y como supongo que el suelo tendrá algún tipo de amortiguación, tardan algo más en sentirse las vibraciones. Estupenda despedida de Japón :).

Por último, y como sospechaba, la tarifa full fare que ha pagado el gobierno de Japón por mi vuelo le asignan automáticamente derechos que en la aerolínea los llaman Premium Economy. Básicamente consiste en prioridad de chek-in, embarque y equipaje, una butaca con más espacio tanto a lo ancho como a lo largo en el avión (no llega a ser Business class, pero es superior a la clase económica), la misma comida que clase turista pero con posibilidad de añadirle snacks y bebidas múltiples en cualquier momento del vuelo, cascos con sistema supresor de sonido, enchufe para el portátil, y antes del vuelo algo que estoy disfrutando en estos momentos: acceso a la business lounge, que es como una sala en la que hay Wifi, prensa, revistas, unas vistas estupendas, y cattering de todo tipo gratuito.

Ya he pasado el contorl de pasaportes, y por tanto abandonado mi tarjeta de gaijin. Oficialmente dejo de ser un alien. Aunque, con una despedida así… ¡cualquiera se va de Japón!