SimCity Taipei

No sabía nada de Taipei. Me levanté esa mañana apenas un par de horas después del amanecer (es decir, a las 6 de la mañana), una ducha rápida, cojo mapas y guías y salgo a la ciudad. Lo primero, desayunar en algún lugar local. Una especie de crepe de huevo frito y maíz con café con leche y hielo. Y mientras degusto esta delicia, busco en la guía qué hacer y a qué lugares ir, como quien lee un manual de instrucciones nada más abrir la caja, con el olor a nuevo en el ambiente.

Ese día me pateé la ciudad. A pata. No quería ir sólo a los puntos principales, quería jugar con la ciudad, descubrir qué hay donde no hay nada, conectar las estaciones de metro por mí mismo. Todo esto a pesar del calor, 39º a la sombra y una humedad aplastante. No paraba de sudar porque tampoco paraba de probar las distintas bebidas que me ofrecía la ciudad: zumos, tés, y otras cosas que no tengo claro dónde clasificar.

SimCiy Taipei

Después de un rato me di cuenta de que esta ciudad no era normal. Que me resultaba familiar. ¿Alguno ha jugado alguna vez a SimCity?. Estaba ahí dentro. Calles anchas junto a estrechos callejones. Edificios enormes por todas partes. Comisarías de policía, bomberos, etc. Y las calles, no llenas de gente, sino de Sims. Ahí está el detalle que me hizo percatarme de que estaba encerrado en un videojuego donde las sombras de las personas están pobremente renderizadas como simples figuras geométricas.

Strange people's shadow in Taipei

Strange people's shadow in Taipei

Strange people's shadow in Taipei

Strange people's shadow in Taipei

Strange people's shadow in Taipei

Strange people's shadow in Taipei

¿Qué iba a hacer para salir de ahí?… pues seguir jugando. Y así varios días y medias noches. Hasta que, por fin, conseguí llegar hasta la lo más alto en este videojuego, hasta el nivel 101. El premio final era mío.

Taipei 101

En breve os contaré más de Simcity Taipei.