Aeroflot

Aeroflot fue una de las primeras aerolíneas del mundo, creada en 1923, apenas 20 años después de que los Hermanos Wright realizaran el que fue considerado el primer vuelo de la historia, 37 metros en 12 segundos. Pero no sólo eso, Aeroflot fue la compañía aérea más grande del mundo en sus tiempos, contando con una flota de más de 10.000 aviones, que se dice pronto. Para que os hagáis una idea, American Airlines con 650 aparatos es hoy en día la aerolínea con más aviones. En sus mejores tiempos uno de cada ocho pasajeros aéreos en todo el mundo hacía su vuelo con Aeroflot, tenía 3600 destinos dentro de Rusia y daba empleo a más de 500.000 personas.  Pero es lo que tenía el sistema comunista de los rusos, había que producir aviones a punta pala y volar a todas partes para mantener a la gente ocupada… y que no pensaran en otras cosas.

(logo de Aeroflot)    

Pero no todo era tan bueno, entre los títulos que ostentaba estaba el de la compañía aérea más peligrosa del mundo, sumando más accidentes mortales que la suma de los de American Airlines, Iberia, Aerolíneas Argentinas, PanAm y Alitalia. En PlaneCrashInfo tiene incluso un apartado para ella solita, pero tratad de encontrar a algún avión de fabricación no-rusa, ¿es difícil, eh?. Aeroflot también fue la compañía de las copias, comenzó con el famoso Douglas DC-3, llamando a su versión particular Lisunov Li-2, también personalmente me parecen muy parecidos el europeo Airbus 340 y el ruso Ilyushin Il-92. El de la izquierda es el original, y el de la derecha el ruso: 

      

      

Y no nos olvidemos del Tupolev Tu-144 (Konkordiski), una magnífica copia-espía del Concorde, pero más rápido y desarrollado en menos tiempo, aunque no les fue muy bien del todo porque se estrelló durante su presentación oficial en el Paris Air Show de 1973. Durante la década siguiente lo usaron para vuelos internos de Rusia y para transportar el correo. ¡Eso sí que era servicio urgente!. Aunque estos pajarracos supersónicos consumen una barbaridad, los rusos tienen petróleo y se lo podían permitir. 

      

Pero no todo es tan malo como parece. Ha cambiado mucho desde la caída de la Unión Soviética cuando la aerolínea se dividió y separó del gobierno ruso. Hoy en día Aeroflot tiene una flota mucho más moderada, que no llega a los 100 aviones, y con una representación importante de Airbus y Boeing, de hecho los aviones de fabricación rusa que les quedan ya sólo los usan para los vuelos interiores (y para vendérselos a Cuba y Venezuela). Desde hace quince años que sólo ha tenido tres accidentes mortales, uno porque el hijo del piloto se puso a jugar como si del Flight Simulator se tratase, otro que por órdenes contradictorias del controlador se estrello en pleno vuelo con un avión carguero, y por último uno hace escasamente un mes, en un vuelo interno en Rusia. 

Es una compañía más, sujeta a la normativa internacional, y que usa aviones nuevos y que han pasado el visto bueno de un montón de gobiernos y aerolíneas a lo largo del mundo. Os paso un par de enlaces que explican que el problema era la combinación URSS + aviones rusos:

Exquisitez estatista: las aerolíneas

La URSS y los aviones más peligrosos del mundo

¿Y por qué os cuento todo este rollo?, pues porque acabo de comprar un billete de Tokyo a Madrid con esta compañía. Vuelvo a España desde la primera semana de febrero hasta la primera semana de marzo. Y me fío de ellos. Podría haber ido con Air France, Lufthansa o All Nippon Airways, pero aparte de que con ellas ya he viajado en alguna ocasión, Aeroflot me ofrecía algo que las otras no hacían: escala en Moscú. Nunca he aterrizado en un aeropuerto con la pista llena de nieve, aunque al avión le da igual porque frena con el aire, y no por el rozamiento de las ruedas como los coches. Y por si alguien se preocupa… voy a ir en aviones Airbus. Concretamente en un A330 nuevecito. Tan nuevo que aún no lo han estrenado.

El vuelo de ida sale de Tokyo a mediodía, diez horas mas tarde tengo un par de horas para cambiar de avión en Moscú, y tras otro vuelo de cinco horas cruzando toda Europa me planto en Madrid a la hora de cenar. Pero lo divertido es el vuelo de vuelta. Salgo tarde por la noche de Madrid, duermo en el avión y llego temprano a la mañana siguiente a Moscú. Paso 13h en Moscú. Despego a última hora de la tarde de Moscú y llego al mediodía siguiente a Tokyo, dos días más tarde de mi salida de Madrid. Pero a cambio me traigo conmigo un paseo por Moscú. 

Necesito un visado de tránsito para entrar por unas horas en Rusia, pero es relativamente sencillo sacárselo y me permitirá conocer un poquito la ciudad. Lo suficiente como para dejarme con ganas de volver algún día. El impresionante metro moscovita, el Parque Gorky y la Plaza Roja, en este orden de importancia, no puedo dejar de verlos. 

Mario, ¿alguna lección rápida de ruso?