Ayer a las 4:40 de la mañana, puntual al segundo, el tren nocturno Moonlight Nagara abrÃa sus puertas en la estación de Yokohama. Cargando un par de mochilas y medio dormido me deslizaba por el andén. Otra vez aquÃ. La gran ciudad de nuevo. Vuelta a la rutina. Aunque siempre quedarán las memorias, unas en forma de fotos, otras en forma de señales eléctricas por las neuronas. Las primeras las veréis en unos dÃas, las otras no creo que podáis verlas, no pienso conectar mi oreja al puerto USB del ordenador, aunque trataré de hacerlo con el teclado (y no, no será dándome cabezazos ni cabezadas contra él).
Pues eso, volvà sano y salvo y dispuesto a darlo todo. De hecho ya le he pegado otra revisión al paper. Y otra más que toca para este fin de semana. Son auto-revisiones antes de enseñárselo a los profesores, que seguro le encontrarán cientos de cosas a corregir (literalmente). Pero bueno, asà se aprende.
Y mientras tanto os dejo con un videoclip muy divertido en Tokyo de la canción “Read my mind”.