Acabo de llegar a la universidad, mientras venÃa he visto a una mujer con abrigo, bolso y sandalias con tacones venir también… ¡montada en bicicleta! Se me antoja un poco incómodo, aunque claro, tener que ir andando con ese calzado por las casi inexistentes aceras japonesas seguro que es peor.Â
Aquà se ve a gente de todas las edades y condición montando en bicicleta, desde los niños más pequeños que aprenden rápido y no dependen de ruedines hasta ancianos encorvados que van cada dÃa a hacer la compra en su arcaica y oxidada bicicleta que se lamenta con cada pedalada. Entre medias, hombres trajeados, madres con el niño en un portaniños, mendigos que cargan en ella todas sus pertenencias, y mujeres con abrigo, bolso y sandalias con tacones.