Por la naturaleza de mi investigación (simulaciones) me paso mucho tiempo sentado enfrente del ordenador, además de emplearlo para otros usos como estar al dÃa de lo que pasa en el mundo o comunicarme con la gente (entre lo cual incluyo este blog). Quizá por eso me paso unas 8-10h al dÃa enfrente de una pantalla. Bueno, ahora dos, he empezado a trabajar con multimonitor cuando estoy en la universidad.
En la universidad estoy en un quinto piso. En mi casa en un 12º. Ambos lo suficientemente altos como para notar los terremotos más que quien vive en un bajo. Y siento hasta los más débiles. El del sábado pasado por la noche fue uno de ellos. Como siempre, noto la oscilación tÃpica de medio segundo de perÃodo (más o menos) y me quedo parado para saber si es o no un terremoto, y salir corriendo si fuera a más. Al final fue cosa de poco (3.2 grados Ritcher), pero justo en la BahÃa de Tokyo. De hecho no lo detectaron muchas estaciones sÃsmicas, pero sà una no muy alejada de mi casa. La geologÃa local influye en la propagación de las ondas y en algunos lugares el terreno puede ser menos flexible que en otros. En mi caso vivo en lo que antiguamente era la lÃnea de costa natural de Kanagawa. Ahora para ver el mar me tengo que alejar tres o cuatro kilómetros más.
(Mi casa está más o menos por donde el punto blanco de abajo. Fijáos en la costa alrededor de toda la bahÃa, llena de islas y extensiones de tierra artificiales.)
Lo curioso de este terremoto es que ocurrió JUSTO (en el mismo minuto) que una intrusión no deseada en mi blog. Recibà un ataque desde Kuwait con el objetivo de convertir mi blog en un mural de propaganda de un grupo radical palestino. Me di cuenta al instante, ya que aparecieron elementos extraños en la interfaz de WordPress mientras escribÃa. Desconecté el blog, pero el daño ya estaba hecho. HabÃan reemplazado mi usuario y contraseña por uno llamado evil. Afortunadamente con una copia de seguridad conseguà restaurarlo y actualizarlo a una versión más actual (hacÃa “bastante” que no lo actualizaba). En un par de horas todo habÃa vuelto a la normalidad para el lector, aunque luego me tiré todo el dÃa siguiente con otros detalles como investigando qué ocurrió y reparando algunos plugins a mano para que funcionaran en la nueva versión.
(la interfaz que el hacker y yo podÃamos ver)
Pero bueno, ya está solucionado. Voy al segundo terremoto (4.4 grados Ritcher, más bien pocos), que ocurrió mientras reparaba el estropicio. Noté una pequeña vibración, como el dÃa anterior, luego cuatro o cinco segundos de pausa, y cuando ya creÃa que era una “falsa” alarma, a continuación vienen tres o cuatro oscilaciones más fuertes, claramente perceptibles y que dejan el agua de la botella a mi lado moviéndose. Luego podrÃan haber venido otros meneos más fuertes, pero no lo hicieron. Nunca sabes si se va a acabar o va a continuar, si ha sido un terremoto flojito y cercano o uno fuerte y lejano. Hay que actuar sobre la marcha y ponerse alerta si notas algo para generar un poco de adrenalina en caso de que la tuvieras que usar unos segundos más tarde. No es como un tifón que lo ves venir y sientes como a medida que pasan las horas el viento y la lluvia se hacen más y más fuertes. Es algo instantáneo e impredecible, de momento.
Veo que llevo quince terremotos en dos años viviendo en Japón, y me he perdido varios estando de vacaciones (los de agosto de 2009, esos sà que fueron interesantes según me han contado). Sale más o menos a uno cada mes y medio, aunque van por rachas. Ah, y en la zona de Tokyo. Un poco más al norte, por las prefecturas de Ibaraki, Fukushima e Iwate (a 50, 100 y 200 km al noreste de Tokyo, más o menos), se pueden sentir con más frecuencia, que se lo pregunten a Alberto que vive en Tsukuba.
Y la cosa no acaba ahÃ, para este finde nos llega otro tifón. Está entrando por Okinawa y se espera que mañana a mediodÃa alcance categorÃa 4 (en la escala con máximo en 5), con vientos de 120nudos (más de 200km/h). Esto me da más miedo que mis vecinos en halloween…
Como siempre, se agradecen los reportes meteorológicos de la JMA.
9 comentarios ↓
Gracias a dios, ya está todo solventado ;)
Saludos!!
Enhorabuena por bloquear el intento de hackeo. :-)
Sobre los terremotos, el del pasado domingo 24 lo sentà con algo de intensidad mientras estaba en casa. Unos pocos dÃas antes también sentà otro. Yo dirÃa que siento dos terremotos al mes de media y me preocupa un poco. Yo pensaba que los terremotos eran un fenómeno que pasaba de vez en cuando en Japón pero la frecuencia es bastante alta. Casi cada dos semanas. Hasta ahora sólo ha habido uno que me ha acojonado de verdad pero no me siento tranquilo cuando todo empieza a vibrar alrededor. Estoy todavÃa acostumbrándome…
Este finde tengo idea de visitar Tokyo con un amigo, espero que el tifón no nos arruine los planes. :P
@Isra, gracias a Dios y a la copia de seguridad :P.
@Alberto, qué suerte tienes. Intenta disfrutarlos. Piensa que no es normal tener que preocuparse de que el subsuelo se mueva en cuando a cómo colocas las cosas en las estanterÃas. Cuando vuelvas a casa de vacaciones ya verás como te vas a dar cuenta de que en España no están preparados (y eso que el sur tiene cierto riesgo sÃsmico)
Por mi experiencia creo que hay gente que simplemente nunca se acostumbra a que te muevan el suelo donde vives. El ejemplo clásico: mi mamá (con 40 años de vivir en el paÃs). Tan pronto ella siente que la casa empieza a traquear, sale corriendo al patio llevandose por delante a quién se meta en su camino, una vez en el patio y si el movimiento sismico continua empieza a bajar todos los santos del cielo, si ya la cosa se pone fea toca rezar el Padre Nuestro, pero ya hace años que no hemos llegado a eso, aunque recuerdo bien una vez de niño que, incluida mi abuela (misma reacción materna) nos dio tiempo de rezar como 3 Padres Nuestros antes que el terremoto parara.
A mi parecer eso de salir corriendo al patio es todo un peligro, no en vano la regla #1 “Mantenga la calma”, te podes tropezar, y romper algo, exactamente lo que le paso a mi susodicha madre en el temblor de hace como 3 semanas (bueno 6 grados podria decirsele terremoto, pero como no hubo daños sigue cayendo en mi categoria de temblor), estabamos viendo una pelicula en el segundo piso y ella estaba en uno de esos sillones reclinables, pues por salir corriendo no se como se golpeo una pierna contra la cosa esa que te sostiene los pies y ahi esta todavia con tremendo moreton. A cambio mi papa y yo que somos personas razonables nacidas en este paÃs, calmadamente (mientras mi mama gritaba bajando las escaleras) evaluabamos el tipo de movimiento, su intensidad, el leve pero constante aumento de magnitud, pero luego disminuyo, aunque solo fue para tomar impulso antes de las violentas sacudidas que si nos hicieron salir corriendo detras de mi mama. Terminado el evento sismico y ya en el patio empiezan los reclamos: “Pero como se quedan ahi sentados!, un dÃa les va a caer la casa encima!, pense que se habian descalabrado por las escaleras!, etc…” Basicamente son dos filosofias: la de mi mama en que vengase lo que se venga hay que salir corriendo para aprovechar valiosos segundos o la mÃa en que uno se da su tiempo para disfrutar el momento en toda su magnitud y si se llega a poner catastrófico se busca refugio. Como le digo a mi mama: si te va a caer la casa encima lo mismo da estar dentro que en el patio, donde igual te puede caer encima el segundo piso del vecino (que siempre me ha dado la impresión de estar pobremente construido). Lo importante es siempre que se esta en un lugar desconocido, ver al techo, las salidas de emergencia, las columnas y vigas madre, para tener en mente el plan de escape. Por eso siempre que me vean en un cine, un auditorio o una iglesia, estare sentado junto al pasillo.
[...] escribir una serie de cálculos que me he entretenido en hacer durante un frÃo, ventoso y lluvioso dÃa de tifón en que salir de casa era mala idea. Lo primero un mapa global de por dónde he [...]
@Arturo, como siempre, increÃbles tus relatos. Yo soy de los de ir tranquilos y asà poder ser consciente en todo momento de lo que está pasando, sea bueno o malo. Y disfrutarlo, como tú :D.
Claro!! si es que hay que estudiar el fenomeno que es fascinante, pero también es que no te ha tocado aun uno de esos donde solo queda decir “¡Salvese quien pueda!” o “Hasta aqui me la presto Diosito”. Experiencia igualmente fascinante pero de alta adrenalina.
No, aún no he vivido uno de esos, pero soy consciente de que puede llegar en cualquier momento, incluso justo después de publicar este comentario. Ãndense con ojo por aquel lado del pacÃfico, que el dÃa menos esperado enviamos un bonito tsunami.
[...] cómo se vive un ciclón?, bueno, pues como me ha tocado vivir unos pocos tifones en Japón, puedo resumir mis experiencias en que se percibe localmente como mucho viento y [...]
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