Yo no tomo el vuelo de la embajada. Me parece una respuesta tardÃa, mal planificada y con poca razón de ser a dÃa de hoy.
Primero: la embajada española en Japón ha actuado tarde y mal.
El pasado jueves, cuando me disponÃa a abandonar mi residencia de estudiantes, me encontré en el ascensor con una chica de Quirguistán que se iba al aeropuerto a coger el vuelo que su embajada habÃa puesto. Similares noticias venÃan de otros paÃses Europeos y Asiáticos. Por aquel entonces la embajada de España no habÃa mostrado signo alguno de actuación salvo la publicación de un comunicado copy-and-paste de noticias en el que se recomendaba seguir las indicaciones de las autoridades japonesas.
No mucho más tarde del encuentro en el ascensor, recibirÃa un correo electrónico reenviado desde otros amigos en Tokyo con las intenciones de la embajada de tantearnos para saber si la organización un vuelo era necesario. El contacto era a través de una dirección de email o tres números de teléfono disponibles para llamar dependiendo de la inicial de nuestro apellido. Al otro lado, personal japonés de la embajada (con buena pero limitada comprensión del castellano) comprobando nombres en la lista de los residentes y recogiendo datos que se supone ya deberÃan tener (correo electrónico y teléfono móvil).
Un dÃa más tarde, el viernes, me enterarÃa por los medios de comunicación españoles que, en efecto, nos iban a poner un vuelo. A lo largo del sábado me enteré de todos los detalles del vuelo igualmente a través de los medios: que saldrÃa de Tokyo-Narita a las 9pm y que nos convocaban a los españoles -sólo a los que habÃamos dado aviso previo- en la zona F de la Terminal 2. Fue entonces cuando decidà volver a llamar para avisarles de que cancelaba mi presencia en dicho vuelo por los motivos que expongo en los dos puntos siguientes.
Segundo: la situación actual no requiere de un vuelo.
El estado de la planta nuclear de Fukushima sigue siendo grave pero no empeora, al contrario de lo que ha estado pasando durante la primera semana tras el terremoto. Ahora es cuando hay menos incertidumbre, cuando la situación comienza a estar controlada. Por otra parte Tokyo no es radiactivo. Quizá niveles más altos de lo habitual estén llegando, pero eso no quiere decir ni mucho menos que sea peligroso. En tal caso, los japoneses hubieran sido los primeros en evacuar, que son posiblemente el pueblo del mundo más preocupado con las medidas de higiene y salud.
Además, quienes tengan algún tipo de paranoia, hipocondrÃa o intención de tranquilizar a sus familiares siempre puede irse desde Tokyo a otras zonas de Japón que no sólo están funcionando completamente normal, sino que además están lo suficientemente lejos como para que no llegue ningún rastro de radiación.
Por cierto, me cuentan que la situación en Tokyo mejora, que los productos frescos vuelven a los supermercados, que los trenes cada vez tienen menos retrasos, y que montones de gente se están yendo a parques y calles comerciales de las afueras de la ciudad… como ocurre cualquier fin de semana, especialmente si el lunes es festivo (mañana celebran el equinoccio de primavera).
Tercero: de los españoles residentes en Japón, (casi) nadie necesita de la ayuda económica ni logÃstica de la embajada para regresar a España.
Incluyendo transbordos desde lugares un poco más remotos de la capital y la posibilidad de que una emergencia ocurra durante la noche, cuando no hay trenes, en 12h y con 250€ puedes plantarte desde Tokyo en alguna otra ciudad japonesa a una distancia de 500km (Kyoto, Osaka), o incluso 1000km (Fukuoka, Kagoshima). Hay trenes de alta velocidad cada 6 minutos, y todos ellos llevan una determinada cantidad de vagones en los que no es necesaria reserva para viajar en ellos, son como el metro, puedes ir en ellos de pie.
Después, desde la mayorÃa de estas ciudades se pueden conseguir vuelos a España para las próximas 48h en el rango de los 1000€. Puede que no sea con las mejores conexiones, pero cualquier buscador de vuelos te los ofrece. Además, también existe la posibilidad de escaparse a un tercer paÃs de Asia desde donde bien esperar o bien buscarse vuelos incluso más baratos a España. Por ejemplo, un barco de Fukuoka (Japón) a Pusan (Korea) tarda 2.5horas y cuesta 120€. A pesar de requerir reserva, los barcos NO están saliendo llenos, y podéis comprobarlo buscando disponibilidad para hoy mismo en su página web.
Resumiendo, la embajada ha actuado tarde y mal y la actuación actual resulta desproporcionada e innecesaria dada la normalidad del paÃs y las posibilidades logÃsticas y económicas la mayorÃa de residentes en Japón. Si bien, puede haber casos personales en los que esta ayuda sà que sea necesaria (conozco un par de ellos), es por ello que la embajada deberÃa cuidar un poco más la atención ofrecida, especialmente en los medios de contacto de emergencia que se anuncian en su web, puesto que tengo constancia de que no han funcionado durante los momentos más crÃticos a lo largo de los dÃas posteriores al terremoto, y no precisamente por problemas técnicos asociados al mismo. Esperemos que la próxima vez que ocurra un desastre no sea un viernes por la tarde.
Por todo lo anterior, hoy yo no voy a bordo de este vuelo. Personalmente me parece un vuelo excepcional e interesante y con el que tendrÃa posibilidades de escribir una buena crónica para la revista de aviación con la que colaboro habitualmente, pero moralmente siento que no debo hacerlo. No quiero darle la razón a quienes no la tienen, a quienes sólo han empeorado la situación alarmando y desinformando desde su cómoda posición a miles de kilómetros de distancia. Asà pues, me niego a subir a bordo y ya de paso no tener que agradecer a nuestra embajada (representante del gobierno) su pésima actuación cuando ésta ha sido realmente necesaria.
¿Cómo volveré?, pues el viernes pasado pedà a mi universidad que me adelantasen mi vuelo de regreso a España originalmente planificado para el dÃa 31 de marzo, y parece ser que volaré el jueves 24. Los motivos son que ya he acabado todas mis responsabilidades y estoy viviendo en casa de amigos en Osaka, a los que no quiero seguir causando molestias, además de que mi familia me pide que vuelva. Como el lunes es festivo y la situación no es urgente como para trabajar este fin de semana, el personal de la administración de mi universidad me ha dicho que el martes me confirmará los detalles de mi vuelo. Todo parece ser que en pocos dÃas me veréis por allÃ, entero, sin radiación, y al contrario de muchos de los que vayan en el vuelo de la embajada, sin tener que callarme la desastrosa gestión que se ha hecho. Ahora ya sé qué no puedo esperar nada de la administración de España ni dentro ni fuera del paÃs.
Actualización: Me acaban de llamar de la embajada por primera vez en todo el tiempo que llevo en Japón. Me preguntan que si voy a tomar el vuelo (ya les llamé para decirles que NO). Les explico que no me hace falta y que pueden disponer de mi plaza. Ya de paso, por curiosidad, les pregunto si va a ser necesario fletar un segundo vuelo, y me dicen que no creen, que ni siquiera van a llenar este primero porque está habiendo cancelaciones a mansalva. En los medios he leÃdo también que las plazas sobrantes se las ofrecerÃan a europeos. ¿Qué está ocurriendo?, pues que los que de verdad querÃan irse ya se han ido, y el resto son los que no están preocupados -ni ellos ni su familia- por la situación y se quedan, bien en Tokyo o bien en otras zonas de Japón. Ojo a las noticias y las entrevistas cuando llegue ese avión, fijáos bien en qué dicen y en cómo lo dicen, pero personalmente creo que va a ser una vergüenza verlo aterrizar con tan sólo unas cuantas decenas de españoles en él, siendo casi 2000 viviendo en Japón.
Actualización 2: Según la prensa, en el jumbo de 450 plazas van finalmente van a bordo 157 pasajeros. De ellos, 30 son de paÃses de la UE y Brasil. Los 127 restantes los componen españoles, sus cónyugues e hijos. Como curiosidad, 5 de ellos han expresado su intención de desembarcar en la escala intermedia, Bangkok. Creo que el desastre organizativo se confirma con estos datos.
Actualización 3: Por lo visto el vuelo acabó costando 700 000 €, que dividido entre el número de pasajeros resulta a unos 4500€ por persona. Además, no es cierto que no hubiera plazas en aerolÃneas regulares, puesto que en mi vuelo de vuelta a España (24 de marzo, Japan Airlines hasta Frankfurt, donde conectaba hacia Madrid) apenas llevaba un 30% de ocupación.