Prácticamente hace ya una semana del terremoto. Un terremoto que no sólo ha movido tierra y agua, sino también la forma de pensar y de actuar de los japoneses y de todo el mundo. Ya veremos las repercusiones que tiene en el futuro; localmente en cuanto a la evolución de Japón, y globalmente en cuanto a las dependencias de ciertas fuentes de energÃa.
Pero vayamos a lo interesante. ¿Cómo está Tokyo?. Y cómo está de verdad, no como se cuenta por gran parte de la prensa. Bueno, deberÃa decir que lo que he visto en estos dos dÃas no ha sido realmente Tokyo, sino Yokohama, que viene a ser prácticamente lo mismo, a que es la segunda ciudad más poblada del paÃs y está al lado de Tokyo.
Alimentos: Los supermercados no tienen de todo, falta especialmente frutas y verduras, leche, cosas de pan, pescado, y últimamente los noodles instantáneos han visto reducida su presencia. Pero que falte no quiere decir que no haya, sino que hay en menor cantidad. En el resto de los productos, también se nota esta falta de suministro, pero nada especialmente grave. La diferencia quizá sea que antes sobraba y por eso tenÃan que tirar demasiada comida caducada (las fechas de caducidad a veces se especifican hasta con una precisión de minutos). Resumiendo, se puede seguir haciendo la compra (aunque adaptándose un poco)  o ir a restaurantes o tiendas de comida preparada, pero no hay falta de comida en Tokyo, a pesar de que la gente seguro está haciendo acopio de alimentos. Os dejo unas fotos de un convini cercano a la estación de Hiyoshi, bastante concurrida.
Combustible: una situación similar ocurre aquÃ. A los vehÃculos privados no se les permite recargar más de 10l por cada repostaje. La gente por tanto trata de ahorrar y no toman el coche, por eso se ve menos tráfico en la ciudad. Igualmente, no hay falta de combustible, sino que al igual que los alimentos, se está haciendo un uso racionalizado de él para poder desviar más recursos al norte, donde lo están pasando mal.
Electricidad: la ciudad entera está concienciada en ahorrar electricidad, con hechos tan sencillos como no usar las escaleras mecánicas de bajada, apagar la mitad de las luces de las estancias, o todas si realmente no hacen falta. Además, han dividido la ciudad en 4 ó 5 grupos que se van alternando cortes eléctricos. Al menos sobre papel, porque en la práctica no siempre se produce el corte, y además de que hay barrios enteros en los que no la cortan (como el mÃo, por tener industria cercana posiblemente). Es necesario que la región de Tokyo hacia el norte consuma un 30% menos de electricidad, que es más o menos la proporción que ofrecÃan los reactores nucleares ahora desconectados de la red. Cuando la electricidad se corta, hay guardias preparados para tomar control del tráfico.
Agua: No he oÃdo de problema alguno.
Tren: Con el objetivo de ahorrar electricidad, las compañÃas no operan todos los servicios de tren. Prácticamente todas las lÃneas están afectadas en cuanto a número de trenes y cumplimiento de horarios. Aunque también ocurre que algunas empresas han recomendado a sus empleados trabajar desde casa en la medida de lo posible, por lo que hay menos trenes pero también menos pasajeros (aunque proporcionalmente el corte en el número de trenes ha sido mayor).
Universidad: Mi universidad (Keio) ha cancelado todos los eventos hasta la semana que viene. La ceremonia de graduación prevista para el 29 de marzo también ha sido cancelada, aunque habrá una equivalente por videoconferencia. En la universidad no hay casi nadie, parece que este año, ahora que estamos en vacaciones, la gente se las está tomando de verdad. La falta de gente es por la recomendación de no asistir, dados los inconvenientes que podrÃan estar asociados a los cortes de electricidad y los horarios de tren. Por cierto, el laboratorio de quÃmica han tenido que reconstruÃrlo por completo… a ver si ahora son más ordenados…
Radiactividad: La gente no muestra mayor preocupación porque los medios de aquà no son tan alarmistas como los occidentales. Está probado que la mayorÃa de medios está exagerando la situación que, aunque no está controlada, no es tan mala como la pintan, y mucho menos en Tokyo a 250km de la central. Hay que tener un ojo en ella y ser conscientes del peligro potencial, pero nada más. Para quien esté más preocupado, he aquà cuatro webs indicando mediciones de radiación: una, dos, tres y cuatro.
Gaijines (extranjeros): muchos están paranoicos precisamente por la información exagerada de los medios internacionales. La oficina de inmigración no da a basto expidiendo permisos de reentrada y los vuelos dicen que salen llenos desde Tokyo. Las embajadas (incluÃda la española) siguen la corriente y están preparando vuelos de evacuación, pero creo que más por las posibles repercusiones polÃticas que por que la situación sea problemática en sà mismo. Es un buen momento para plantearse el poder de la prensa, cuando parecÃa que lo estaba perdiendo a costa de blogs y redes sociales. En la foto, colas en una oficina de cambio en la estación de trenes de Yokohama (hay realmente pocas en Japón)
Acerca de mÃ, he estado estos dos dÃas por la universidad despidiéndome de amigos y del profesor Itoh, que me estuvo contando su batallita de cómo él y otros 17 más que se encontraban en Sendai en el momento del terremoto consiguieron escapar y volver a sus casas en Tokyo.
También he estado recogiendo mis cosas y enviándolas por correo: un paquete de 20kg por barco y uno de 2kg por avión. Es una pena que he tenido que tirar cierta cantidad de comida (azúcar, harina, salsa de kimchi, etc) porque por aquà no quieren paquetes abiertos… salvo el aceite de oliva que casi me lo quitan de las manos. Con el resto me he entretenido haciendo un volcán en mi propio desagüe.
De equipaje me llevo una maleta y una mochila de mano en la que tengo lo más importante: documentación, dinero, agua y chocolate. Hay alguna que otra réplica, ayer sentà dos en un intervalo de media hora. Pero nadie se preocupa de ellas, los edificios están realmente diseñados para aguantarlas.
He pedido al gobierno de Japón que me adelante el vuelo de vuelta. Sin gente en la universidad, con la visita que iba a recibir cancelada y con gran parte de mis conocidos de vacaciones por España, Asia o Japón no tiene mucho más sentido seguir aquÃ, sobre todo si hay cosas interesantes que empezar a hacer de vuelta en España. Ahora salgo hacia Osaka a casa de unos conocidos. El caso es que muchas aerolÃneas europeas han desviado sus vuelos allÃ, incluÃda Lufthansa que fue la primera en hacerlo. Con tranquilidad, en trenes locales, no tengo prisa. La embajada española ayudará a los españoles que quieran volver a España. A ver si es asÃ, yo ya me he puesto en contacto con ellos.
Resumiendo, la situación en Tokyo normal aunque con ligeros detalles excepcionales. Es increÃble cómo se comportan los japoneses que siguen con su vida como si nada hubiera pasado, trabajando para, de forma directa o indirecta reconstruir el paÃs.
Aún asÃ, Japón nadie niega que Japón ha recibido un duro golpe, y esto tendrá consecuencias en el futuro. Bueno, no sólo Japón, sino también el resto del mundo en cuanto a la dependencia energética. El problema de ahora es serio, pero lo que ha ocurrido ha sido realmente excepcional. DeberÃamos tener en cuenta la cantidad de residuos que producen otras fuentes de energÃa, y la cantidad de personas con su salud afectada ó incluso accidentada en las refinerÃas de petróleo. Ah, y también poner recursos para la investigación en renovables, una de las mejores inversiones que puede hacer cualquier paÃs sin otras fuentes de energÃa.
Acabo con un último vÃdeo grabado por unos amigos viviendo en Japón llamando a la calma frente a la reacción de los medios: