Esta mañana, dos minutos antes de que sonara el despertador, un terremoto se ha ocupado de ser lo primero en lo que he pensado en el dÃa de mi partida de Japón. Comenzamos bien el dÃa :).
Por último, y como sospechaba, la tarifa full fare que ha pagado el gobierno de Japón por mi vuelo le asignan automáticamente derechos que en la aerolÃnea los llaman Premium Economy. Básicamente consiste en prioridad de chek-in, embarque y equipaje, una butaca con más espacio tanto a lo ancho como a lo largo en el avión (no llega a ser Business class, pero es superior a la clase económica), la misma comida que clase turista pero con posibilidad de añadirle snacks y bebidas múltiples en cualquier momento del vuelo, cascos con sistema supresor de sonido, enchufe para el portátil, y antes del vuelo algo que estoy disfrutando en estos momentos: acceso a la business lounge, que es como una sala en la que hay Wifi, prensa, revistas, unas vistas estupendas, y cattering de todo tipo gratuito.
Ya he pasado el contorl de pasaportes, y por tanto abandonado mi tarjeta de gaijin. Oficialmente dejo de ser un alien. Aunque, con una despedida asÅ ¡cualquiera se va de Japón!
Además, quienes tengan algún tipo de paranoia, hipocondrÃa o intención de tranquilizar a sus familiares siempre puede irse desde Tokyo a otras zonas de Japón que no sólo están funcionando completamente normal, sino que además están lo suficientemente lejos como para que no llegue ningún rastro de radiación.
Por cierto, me cuentan que la situación en Tokyo mejora, que los productos frescos vuelven a los supermercados, que los trenes cada vez tienen menos retrasos, y que montones de gente se están yendo a parques y calles comerciales de las afueras de la ciudad… como ocurre cualquier fin de semana, especialmente si el lunes es festivo (mañana celebran el equinoccio de primavera).
Tercero: de los españoles residentes en Japón, (casi) nadie necesita de la ayuda económica ni logÃstica de la embajada para regresar a España.
Incluyendo transbordos desde lugares un poco más remotos de la capital y la posibilidad de que una emergencia ocurra durante la noche, cuando no hay trenes, en 12h y con 250€ puedes plantarte desde Tokyo en alguna otra ciudad japonesa a una distancia de 500km (Kyoto, Osaka), o incluso 1000km (Fukuoka, Kagoshima). Hay trenes de alta velocidad cada 6 minutos, y todos ellos llevan una determinada cantidad de vagones en los que no es necesaria reserva para viajar en ellos, son como el metro, puedes ir en ellos de pie.
Actualización 2: Según la prensa, en el jumbo de 450 plazas van finalmente van a bordo 157 pasajeros. De ellos, 30 son de paÃses de la UE y Brasil. Los 127 restantes los componen españoles, sus cónyugues e hijos. Como curiosidad, 5 de ellos han expresado su intención de desembarcar en la escala intermedia, Bangkok. Creo que el desastre organizativo se confirma con estos datos.
Actualización 3: Por lo visto el vuelo acabó costando 700 000 €, que dividido entre el número de pasajeros resulta a unos 4500€ por persona. Además, no es cierto que no hubiera plazas en aerolÃneas regulares, puesto que en mi vuelo de vuelta a España (24 de marzo, Japan Airlines hasta Frankfurt, donde conectaba hacia Madrid) apenas llevaba un 30% de ocupación.
Pero vayamos a lo interesante. ¿Cómo está Tokyo?. Y cómo está de verdad, no como se cuenta por gran parte de la prensa. Bueno, deberÃa decir que lo que he visto en estos dos dÃas no ha sido realmente Tokyo, sino Yokohama, que viene a ser prácticamente lo mismo, a que es la segunda ciudad más poblada del paÃs y está al lado de Tokyo.
Gaijines (extranjeros): muchos están paranoicos precisamente por la información exagerada de los medios internacionales. La oficina de inmigración no da a basto expidiendo permisos de reentrada y los vuelos dicen que salen llenos desde Tokyo. Las embajadas (incluÃda la española) siguen la corriente y están preparando vuelos de evacuación, pero creo que más por las posibles repercusiones polÃticas que por que la situación sea problemática en sà mismo. Es un buen momento para plantearse el poder de la prensa, cuando parecÃa que lo estaba perdiendo a costa de blogs y redes sociales. En la foto, colas en una oficina de cambio en la estación de trenes de Yokohama (hay realmente pocas en Japón)
He pedido al gobierno de Japón que me adelante el vuelo de vuelta. Sin gente en la universidad, con la visita que iba a recibir cancelada y con gran parte de mis conocidos de vacaciones por España, Asia o Japón no tiene mucho más sentido seguir aquÃ, sobre todo si hay cosas interesantes que empezar a hacer de vuelta en España. Ahora salgo hacia Osaka a casa de unos conocidos. El caso es que muchas aerolÃneas europeas han desviado sus vuelos allÃ, incluÃda Lufthansa que fue la primera en hacerlo. Con tranquilidad, en trenes locales, no tengo prisa. La embajada española ayudará a los españoles que quieran volver a España. A ver si es asÃ, yo ya me he puesto en contacto con ellos.
Resumiendo, la situación en Tokyo normal aunque con ligeros detalles excepcionales. Es increÃble cómo se comportan los japoneses que siguen con su vida como si nada hubiera pasado, trabajando para, de forma directa o indirecta reconstruir el paÃs.
No me atrevo a hacer juicios, pero lo cierto es que ayer hubo un terremoto de magnitud 6 (tanto Ritcher como escala japonesa) justo debajo del volcán. Justo debajo, en plena base, y a tan sólo 10km de profundidad. Y no exagero, mido muy bien mis palabras cuando la prensa internacional parece que ha perdido el rumbo. Actualización:webcam del Mt. Fuji. Actualización 2: me comentan que posiblemente se trate de una nube de condensación.
Mi habitación está bien. Algunos papeles por el suelo y muebles notablemente pesados han sido movidos de su sitio. El meneo debió de haber sido interesante.
Muchas aerolÃneas europeas han dejado de volar a Tokyo. Lufthansa incluÃda. Voy a tratar de cambiar mi vuelo para salir desde Nagoya o Kansai, y ya de paso, adelantar mi partida. No tengo miedo de los terremotos, Japón es un paÃs preparado y en Tokyo no atizan fuerte. No tengo miedo del tsunami, vivo en un 12º piso. No tengo miedo de la radiación, los niveles de Tokyo son buenos y estarÃa a salvo incluso en el peor escenario (nuevo terremoto y tsunami que paralice las operaciones de enfriamiento de la planta). Pero no quiero estar en una ciudad con 35 millones de habitantes en pánico.
Todo es completamente normal. Los trenes funcionan, los colegiales siguen yendo de uniforme a sus actividades extraescolares (sÃ, aunque sea domingo y además vacaciones escolares), la gente sale de compras, los lugares turÃsticos están llenos de gente, etc. Si no fuera por los periódicos y las televisiones que sólo muestran imágenes del desastre cualquiera dirÃa que no ha pasado nada.
Pocas noticias tengo de estos lugares, la primera es que el transporte ferroviario y aeroportuario no funciona o lo hace en malas condiciones más allá de 100km al norte de Tokyo (costa pacÃfica) pero que esperan reanudarlo poco a poco a partir del lunes.
Copio y pego el email de Dani, un amigo fÃsico que está ahora mismo metido de lleno en un doctorado de fÃsica aplicada a la medicina en Alemania (aunque es tan sólo su opinión personal escrita velozmente tras solicitarle consejo rápido):
Actualizemos un poco la información de cómo va todo por aquÃ. Primero, la info que tengo de primera mano (que he leÃdo). Segundo, cómo andan las cosas por Edo (Tokio). Tercero, más allá del norte de Tokio, donde está el meollo de la cuestión.
Kyushu, a 1000-1500 km del epicentro.
Desde primera hora de la mañana han funcionado sin problemas los trenes de alta velocidad a Tokyo. La lÃnea Tokaido que une Osaka con Tokyo ha sido restablecida, aunque podrÃa no funcionar con la puntualidad habitual de seguir los horarios al segundo.
De las lÃneas habituales (no las de alta velocidad), están cerradas todas aquellas que pasan cerca de la costa, ya que al final el tsunami ha impactado en el 100% de la costa de Japón, anque en el 50% o asà ha sido inferior a 1m de altura. Quieren chequear que todo está bien bajo la luz del dÃa. A partir del mediodÃa se restablece el servicio progresivamente, y al anochecer ya no queda (en Kyushu) ninguna lÃnea cerrada.
La puntualidad de los trenes es bastante mala, desviándose unos 5-10 minutos del horario habitual, sobre todo para permitir trasbor. Esta puntualidad ha ido afinándose a lo largo del dÃa, aúnque aún por la tarde los trenes no partÃan con la precisión habitual de ±10s sobre el horario previsto.
Los anteriores eventos me han fastidiado los planes de ir a visitar Nagasaki, asà que me he acercado a la zona de Sasebo, donde hay una base de USA, un astillero, y en definitiva, era el sitio con mar más cercano donde el tsunami llegó al metro de altura. Allà todo discurrÃa con normalidad, gente de picnic en el parque, abuelitos al sol, deportistas amateur súper equipados haciendo ejercicio, etc. Como si nada hubiera pasado. Eso sÃ, en algunas zonas de playa/puerto se notaba un roel de restos (hojas, papeles, etc), que bien podrÃan haber sido por una marea alta o por el tsunami en sà mismo.
La gente en general con caras largas en el tren, leyendo el periódico, comentando lo ocurrido, pero siguiendo su vida normal.
En la universidad, en los laboratorios que dispone mi grupo sólo se ha dañado una impresora por efecto directo del terremoto. Sin embargo, los efectos indirectos han sido potencialmente más costosos (aún por determinar), ya que el corte inesperado y posterior reanudación de la electricidad han causado malfuncionamiento en temporizadores, bombas de vacÃo y termostatos de las máquinas de Molecular Beam Epitaxy.