Están por todas partes. Ya en la ETSIT nos traÃan mareados con LECP y LCEL. Son esos pequeños seres que no se ven pero que les encanta enredar cables, deshacer conexiones y, en general, provocar que las cosas no funcionen.Â
Ayer tenÃamos a uno en el laboratorio. Intentábamos medir el efecto Hall, para lo cual tenÃamos la muestra en un campo magnético y como 6 ó 7 multÃmetros conectados a la misma. Un par de ellos andaban tontos. El de intensidad, no medÃa nada por encima de los pA, y el de tensión, estaba fijo en -0.43 mv.Â
Nuestro sempai estuvo dándole muchas vueltas a la cabeza (o eso creÃamos sus pupilos), porque la única solución a la que llegaba para repararlo era poner un ventilador enfrente de los multÃmetros y apagar y volver a encender todo el sistema una y otra vez, incluÃdo un ordenador del año de la pera que controlaba todo. Seis o siete veces lo hicimos. Probamos los multÃmetros por sus puertos delanteros (las mediciones las estábamos haciendo por los puertos traseros), con un par de cables de banana y una pila normal de 1.5V ¡y funcionaba!. Al final estuvo a punto de desistir y pedir un par de multÃmetros nuevos porque creÃa que esos se habÃan estropeado. Llegó incluso a ponerles un ventilador delante para que se les pasara el posible sofoco (ojo… que son multÃmetros… no fuentes de alimentación…).
Mientras tanto yo insistÃa en que comprobáramos los cables. Eran cinco cables con tres empalmes cada uno. Y al final descubrimos el problema. Un cable tenÃa conexión mecánica pero no eléctrica con la soldadura. ¡Cuánto me acordé de las clases de Almendra y Leube!.
Tras arreglarlo en 5 minutos todo volvÃa a funcionar. El amperÃmetro indicaba corriente, y por tanto en el voltÃmetro aparecÃa tensión. Y como ya era demasiado tarde, dejamos la toma de medidas para esta mañana. Espero que los enanitos del laboratorio no causen más problemas.Â
Por cierto, he aprendido que en Japón también llaman banana (ãƒãƒŠãƒŠ) a las bananas y kroko (クãƒã‚³) a los cocodrilos.Â