Hace unos meses estuve un par de dÃas en California, concretamente en San Francisco. (Ahora que me doy cuenta, parece que “dos dÃas” es la cantidad de tiempo que paso en la muchos de los lugares que visito). Me habÃan hablado del famoso puente Golden Gate, de las vistas desde lo alto de los cerros, de Silicon Valley, de los leones marinos en el Pier 39, del colorido del barrio de Misiones, etc.
Lo que nunca me hubiera esperado ver son casas inclinadas, construidas con cierto ángulo distinto de 90º con la superficie del terreno. Algo asà como la Torre de Pisa, pero mucho más exagerado.
Hay ciertas ventajas de este tipo de construcción. Una de ellas es que puedes colocar la cama para dormir con los pies en alto y mejorar la circulación sanguÃnea. También, y siempre que el suelo esté convenientemente encerado, puedes dejar la puerta abierta durante el verano sin miedo a que el perro se escape. Aunque igualmente existen diversos inconvenientes cotidianos como no poder aprovechar la máxima capacidad del tazón de leche del desayuno, o que sea imposible mantener los bolÃgrafos Pilot quietos sobre la mesa.
Para los vecinos, el hecho de que tú construyas la casa de esta forma les obliga también a mantener el mismo ángulo de inclinación en sus viviendas si quieren aprovechar al máximo el espacio disponible. Aunque pegar los edificios unos a otros es una práctica muy poco recomendable sobre terreno sÃsmico porque cada edificio tiene su propia frecuencia de resonancia, distinta a la de los vecinos, y la zona de unión se convierte en un punto débil de la estructura.
Al vivir asÃ, algunos habitantes incluso se han acostumbrado a andar inclinados. Es divertido verlos caminar por las calles de esta forma. Le ofrecà mi ayuda a un chico que llevaba muletas, pero me dijo que no hacÃa falta, que él ya estaba acostumbrado y no se caÃa.
A estas alturas del post muchos pensaréis que os estoy engañando. Que es imposible que barrios enteros de una ciudad estén construidos inclinados y que la gente pueda caminar de esa forma por las calles o siquiera vivir en estas viviendas. El ser humano a veces hace cosas realmente incomprensibles. La única forma que tengo de demostraros que, en efecto, es el suelo el que está bien colocado, es mostrando cómo se comporta otro ser vivo. Mirad el árbol de la siguiente foto:
El árbol crece perpendicular al suelo, es decir, está creciendo de forma normal. ¿Quiénes son entonces los raros en San Francisco?.
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5 comentarios ↓
Hasta la última foto lo único que estaba mirando eran los árboles. Te habrá costado encontrar un par de ellos inclinados con la misma inclinación que la calle :)
Qué raro es todo eso de las casas inclinadas. ¿Seguro que no están situadas en la vertical?
Jose, lo cierto es que la última foto que he puesto en el blog fue la primera que saqué. Tomo las fotos según me apetece, y luego monto una historia con ellas. Esto último a veces es divertidÃsimo :D.
Mª Carmen, no creo que las casas estén en vertical y el terreno en cuesta. HabrÃa que estar un poco loco para querer construÃr casas en la ladera de las montañas.
Podrias dar la direccion exacta de estas casas..lo busco en goggle y no aparece…quisiera conocerlas…por tu atencion..gracias…
y las personas andando también son inclinadas, jajajaj
siempre hay algún tolili que se lo cree todo, jajaj
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