Japón está lleno de cosas kawaii, una palabra muy útil y que podrÃamos traducir como “monada”. Imaginaos a los obreros en una calle abriendo zanjas y poniendo a lindos conejitos rosados con luces que parpadean para evitar que los coches o peatones se metan de patas en el tinglado.
Es una forma de darle un toque de informalidad a la ciudad, de hacer las obras más amigables. Pensé por qué no hacÃan esto en España, y comprendà que no serÃa posible porque los conejos acabarÃan pintados, mutilados, o en el mejor de los casos, colgados de la pared de la habitación de sus raptores.
Es una pena que tengamos que conformarnos con las tÃpicas vallas amarillas (aunque en Toledo son moradas) por culpa de unos pocos. Y con muchas otras piezas del mobiliario urbano ocurre lo mismo, como español estamos acostumbrados a pensar que tiene que ser fácil de limpiar, difÃcil de llevar y a prueba de gamberros.
Lo único parecido que he visto aquà a prueba de gente son las fundas que ponen a los postes y farolas para que la gente no pegue publicidad en ellos. Aunque no protegen la funda en sà misma, que en cinco segundos la podrÃas quitar.
4 comentarios ↓
Como podrÃas quitar una lucecita de las que tienen los conejos en la cabeza y tenerla en la ventana de tu cuarto iluminando la noche madrileña…
Ya ves… ya sabes que yo no apruebo esas conductas…,
En españa una valla de ellas no dura ni 5 minutos tal y como dices…es una verguenza que por la seguridad de la gente y les dé igual…
Saludos:)
Por otra parte esa mentalidad social de “en España no durarÃa nada” también hace que seamos diferentes, más abiertos. En Japón son (demasiado) muy respetuosos con el resto de la sociedad, tanto tanto que consideran el trabajo más un deber que una necesidad, extienden un 50% la jornada laboral, no se cogen todas las vacaciones, etc.
Tiene que existir variedad, y tenemos que aprender y adoptar lo mejor de cada cultura.
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