Este último viaje no ha estado tan centrado en ciudades como otros que he hecho (los interrailes, por ejemplo). Ha tenido un poco de todo, y una parte muy importante fueron las zonas de playas, que sin duda fue lo que más me gustó. Estuvimos en 3 zonas de playa.
Krabi
Krabi está en la zona sur de Tailandia, a 1000km de Bangkok desde donde tardamos 12h en autobús pagando 8€. Eso en el autobús normal, por 5€ más podÃas ir en el autobús que ellos llaman VIP, que sólo diferencia en que tiene más espacio para cada asiento y es más bonito por fuera. Como el estándar no estaba tan mal, y somos capaces de dormir retorcidos en cualquier postura, no merecÃa la pena pagar el extra.
Cuando llegamos aún no habÃa amanecido. Nos despertamos y empezamos a recoger todo lo que tenÃamos alrededor de nuestros asientos: mantas, comida, zapatos, etc. Tardamos un minuto, pero al bajar ya no están nuestras mochilas en la bodega.  Un poco asustados hasta que vino un hombre vestido con un chaleco reflectante diciéndonos que habÃa llevado nuestro equipaje a Información TurÃstica. ¡Bien rápido que nos habÃan fichado! La información turÃstica no era tal, sino una especie de agencia en la que poder contratar alojamiento, actividades, etc. Y no es la única agencia, la estación de autobuses está llena, y cada vez que viene un autobús hay una competición para ver quién es el más rápido y consigue llevarse a los turistas.
Estábamos un poco escépticos, hasta que el encargado trata de ganarse nuestra confianza diciéndonos que está obligado a hacer factura con un modelo predefinido en Tailandia, en la cual aparece su CIF y el teléfono de la PolicÃa TurÃstica, para que si te timan llames, y que no lo va a hacer porque se le cae el pelo. Nos convenció y quedamos muy satisfechos con la ejemplar actuación de la policÃa Tailandesa, se nota que es un paÃs que cuida su turismo. También nos hizo buenos precios. Pagamos 4€ por cabeza por dormir en unas cabañas a 5 minutos de la playa.
Y por allà pasamos toda la mañana. Era una playa con varias islas enfrente a las que se podÃa acceder con la marea baja. Un privilegio estar en esos lugares desde las 7 de la mañana, sin ningún otro turista. Aún asà encadenábamos la mochila a un árbol, roca o similar, para evitar que alguien saliera corriendo con ella. En la playa, agua, montañas de arena, y subirse un rato por las rocas a hacer el cabra.
Por la tarde nos acercamos a la ciudad, con su paseo marÃtimo y demás. Y como estábamos contentos porque el hombre de la agencia de viajes nos habÃa tratado honradamente, decidimos ir a contratarle una excursión a las Phi Phi Islands para el dÃa siguiente.
Nos apañaron el dÃa por completo. Primero recogida donde nos alojábamos para llevarnos al barco, un tour de 7h por las islas en Speed Boat, parando en los mejores sitios, comiendo en restaurante e incluyendo el equipo de snorkeling, la comida de peces y agua embotellada para beber. A la vuelta, además nos llevarÃan a la estación de autobuses (unos 10km), y durante todo ese tiempo nuestro equipaje estaba seguro en un locker. Todo ello por 20€. Muy barato y muy recomendable.
El barco era de tamaño mediano, no Ãbamos apretados, nos proporcionaban chaleco salvavidas, y la tripulación (5 personas para unos 15 turistas) se portó estupendamente.
El barco era rápido, alcanzaba los 50km/h, aún asà a veces habÃa trayectos largos entre islas. Pero no habÃa tiempo para aburrirse, uno de los tripulantes se encargaba de hacer bromas entre todos, que por si fuera poco éramos de diversos paÃses (que yo recuerde… Alemania, China, Korea, Costa Rica, España y Estados Unidos).
Pero mi mayor entretenimiento era el estado del mar. Soplaba fuerte viento, y el mar estaba revuelto. Los botes que pegaba el barco con cada ola eran de campeonato. HabÃa que agarrarse fuerte para no salir volando. En una de esas se me ocurrió pasarme a la parte de alante del barco. Mala idea. Literalmente comencé a rebotar entre techo, suelo y paredes con cada nueva ola. Acabé con un par de moratones y el dedo meñique del pie dolorido (hasta hoy…). Asà que volvà a mi sitio y me senté donde estaba.
Para evitar los mareos nos daban tamarindo picante con sal. Un sabor que al principio echa para atrás, pero que acaba gustándote. Aún asà el mar pudo con la chica alemana que acabó con la cabeza dentro del cubo de la basura.
Entre las distintas paradas que hicimos está Bamboo Island, con una playa enorme de arenas blancas:
La Isla del Pollo (aunque a mi me parece más un pavo):
Phi Phi Lay, con bahÃas de aguas claras y cristalinas, rodeadas de enormes precipios. Ahà estuvimos un buen rato tirándonos desde la cubierta del barco y admirando el paisaje.
Por último, Phi Phi Don, famosa porque tiene forma de H, con la zona central prácticamente a nivel del mar donde se concentran un montón de puestos turÃsticos que fueron barridos por el Tsunami del 2004. En la bahÃa norte el mar apenas tiene profundidad, y puedes ir hasta bien adentro para disfrutar de la panorámica sin mojarte la camiseta.
En la bahÃa sur estuvimos buceando entre corales, pero eso ya os lo conté la semana pasada.
Muy muy bonito, y muy recomendable para todo el que se acerque por esa zona de Tailandia.
Phuket
De Krabi partimos hacia Phuket, quizá la zona más turÃstica de Tailandia, una isla muy grande y tan pegada a tierra firme que hay un puente. Aunque está a apenas 100km de Krabi por carretera, el autobús se eterniza y demora tres horas. Llegamos bien entrada la noche, pero siempre hay abiertas oficinas de Información turÃstica esperándote. En este caso también nos consiguieron buenos precios: 6€ por persona y noche en primera lÃnea de playa. Aún me cuesta creer que estando a primeros de agosto se consiguieran esos precios.
El primer dÃa en Phuket estuvimos en la zona de Patong. Demasiado turÃstica para mi gusto, pero no tan mal por estar en temporada baja. El caso es que a pesar de ser verano en el hemisferio norte (o quizá por el hecho de ser verano) esta época se considera temporada baja. No es que no hubiera turistas, que los habÃa, sino que no estaba saturado. Gente en la playa, pero muchas áreas completamente despejadas, hoteles medio vacÃos que te hacÃan descuentos de más del 50% porque les compensaba cobrar poco frente a tener la habitación vacÃa, y muy barato en general.
Pasamos todo el dÃa por la playa, recorriéndola de arriba a abajo, entreteniéndonos con cualquier cosa que pillábamos. Por ejemplo, nos montamos en perro, en un Nemo tuerto, comprobamos la ley de conservación del momento angular, e hicimos un poco más el cabra en unas rocas junto al mar, justo en el momento en que una ola decidió echarnos de la roca. No fue muy amable, casi nos tira. Captamos la indirecta de que no nos querÃa ahà arriba.
Al dÃa siguiente pensamos en alquilar un Jeep e irnos a recorrer la isla de Phuket. Apenas costaba 15€, pero una vez más en Información TurÃstica nos recomendaron alquilar un taxi por un dÃa, ya que el chófer tiene mapa y puede llevarnos a buenos sitios. Asà hicimos. No regateamos la primera oferta porque por 20€ tener un coche con conductor durante todo un dÃa nos parecÃa muy razonable. En realidad se ganaba algo más, porque le daban un par de euros de comisión por llevarnos a ciertos sitios, tipo fábricas de joyas, perlas, etc. Era interesante, y no tenÃamos por qué comprar nada. Sin embargo le pusieron una multa. No sabemos muy bien el motivo de la multa: ir sin cinturón, no llevar licencia de pasajeros, o cualquier otra cosa, porque básicamente fue porque el chófer era musulmán y al policÃa no le gustaban los musulmanes. No fue gran cosa, 8€ o asÃ, pero eso se le comió la mitad de las ganancias del dÃa. Nos llevó por todas partes:
Playas desiertas,
Campamento de gitanos de mar
Fábrica de anacardos
Fábrica de joyas
Un mirador desde donde ver el atardecer
¡¡Elefantes en la cuneta!!
Y a la vuelta un baño nocturno en el mar.
Pasamos un poco de largo de lo que más gente atrae a Phuket, que son las calles llenas de bares, la ropa (no tan) barata, locales de Ping Pong Show, etc, pero nos llevamos lo mejor, yendo a lugares donde la gente no suele ir.
Esta zona de Tailandia fue muy castigada por el Tsunami de navidades del 2004. Cinco años después está todo perfectamente reconstruido, parece como si nada hubiera pasado… excepto en la memoria de la gente y los carteles preventivos que recuerdan que algo asà puede volver a ocurrir en cualquier momento.
Pulau Tioman
Unos dÃas más tarde llegamos a Pulau Tioman, una isla Malaya en el sur del Mar de la China. Está medio deshabitada, sólo hay gente allà durante la temporada del año en que no hay tifones. No tiene carreteras, y las diferentes zonas de la isla están prácticamente incomunicadas entre sÃ, ya que es toda selva y montañas de hasta 1000m de altura. Todo esto ha favorecido que se mantenga al margen de grandes masas turÃsticas, y que estando allà se respire un ambiente muy tranquilo y agradable.
Llegamos pronto por la mañana, y alquilamos un barco para que nos llevara a hacer snorkeling a zonas que sólo los nativos saben. Incluso fuimos buceando a una playa cercana, inaccesible en barco, porque entre superficie y corales hay apenas medio metro desde 100m de distancia de la costa. Con mucho cuidado de no arañarnos llegamos.
También habÃa otras playas, de arenas blanco deslumbrante y aguas cristalinas. Una maravilla.
Y en la isla principal largas playas, cabañas a pie de mar, hamacas llamándote a gritos, redes de volleyball, gatos y monos campando a sus anchas, etc.
Como véis el segundo dÃa nos llovió un poco, pero la isla no perdió nada de su belleza. Además, como Ãbamos en bañador a todas horas, ¿qué más daba mojarse por la lluvia o porque te metÃas en el mar?
Al amanecer del tercer dÃa nos marchamos, y para despedirnos Pulau Tioman nos regaló una salida de sol preciosa:
Y aquà acabo la narración de las playas del viaje. Os las recomiendo, es de lo mejor del sudeste asiático.
7 comentarios ↓
Guau, tÃo, algunas de esas fotos son acojonantes. Qué suerte tienes de visitar lugares asÃ.
No puedo creer que pusiste la foto de la alemana, pobrecita :S y no se llaman anacardos son MARAÑONES, se nota q no aprendiste nada de los ticos… Pero en fin me encató el resumen, de verdad la pasamos increÃble!
Miguel, hay sitios preciosos en todas partes. Y creo que tú eres una de las personas que sabes que no hay que irse muy lejos para estar en el paraÃso :).
Nella, es que la alemana fue parte de nuestra aventura. Si ella no se hubiera mareado nunca nos hubieran dado de comer el tamarindo salado y picante.
Vaya… Phi Phi, Phuket y Krabi se me quedaron en el tintero, todo por sacarme el Advanced Open Water de submarinismo… pero mereció la pena :)
Qué recuerdos me traen tus historias y fotos… Tioman!! Tanta gente está yendo últimamente a Pulau Tioman…
I miss SE Asia!!
¿Quién ha estado yendo por Tioman?, supongo que Nuria y David, ¿alguien más?
No, Nuria y David no han ido, ha Jorge Blanco Cano, el exchange student de NTU de este año (el de la ETSIT) y varios ex-compañeros mÃos de NTU que se han quedado más tiempo por el sureste asiático.
Qué envidia!!
No conozco a Jorge. Y ahora que me lo dices, precisamente desde Tioman fuimos (intentamos ir) a Singapur en la furgoneta ilegal con un grupo de estudiantes de la NUS y NTU que acababan de llegar. Ningún español, y muchos franceses. Parece que es la escapada de bienvenida :D.
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