diciembre 9th, 2008 — Curiosidades, Japón
El Pachinko es una especie de sala de máquinas tragaperras, pero que en vez de tragar perras tragan bolas o fichas. Miles de bolas y fichas circulando por una máquina medio mecánica medio electrónica que va mostrando en una pantalla una historia tÃpica japonesa guiada por el azar y la habilidad del jugador de guiar las bolas por uno u otro camino.Â
Las bolas cuestan dinero, y luego se pueden intercambiar bien por dinero o bien por regalos. El precio de las bolas, no lo sé porque no he jugado, pero es algo asà como 80 bolas 1000Â¥, 500 bolas 2000Â¥, 3000 bolas 5000Â¥, 10.000 bolas 10.000Â¥. No sigue para nada una escala lineal, y lo único que busca es que te piques. Siempre están a rebosar de personas, y desde el exterior se deja notar el jaleo que hay dentro con un peculiar sonido caracterÃstico.Â
Y el siguiente, tenÃa nombre de hotel carÃsimo:
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Seguro que la gente se deja aquà más dinero que si fuera al hotel Ritz.
diciembre 9th, 2008 — Inclasificables
Están durante tantas horas trabajando/estudiando, que literalmente, caen rendidos en cualquier lugar.Â
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Y hay otros que por las noches, en vez de dormir, trabajan. Durante las cuatro horas que está cortado el servicio de trenes (de 1 a 5 de la noche, más o menos), estuvieron durante diez dÃas trabajando duro en las vÃas del tren. Una decena de personas con excavadoras y muchas máquinas que tienen que retirar antes del amanecer porque si no les pilla el tren.
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Aunque hay muchas veces que los mitos se destruyen. Es cierto que trabajan mucho, que le dedican muchas horas, pero la productividad no es tanta como podrÃa ser. Vamos, que no les cunde.
diciembre 9th, 2008 — Japón
Hoy cumplo 90 dÃas en Japón. Si hubiera entrado sin visado ya estarÃa rozando la ilegalidad. Y estar ilegal en Japón supone que como te pillen, entre otras cosas, te vetan la entrada al paÃs por unos cuantos años. Y no es factible salir y volver a entrar al paÃs cada tres meses, porque esto es una isla y no es tan sencillo como lo tienen otras personas, por ejemplo, viviendo en Singapur. Además, para estar en Japón viviendo como estudiante hace falta un visado. Sin el visado no consigues la tarjeta de Alien. Y sin la tarjeta de alien no puedes hacerte cuenta bancaria, ni comprar un teléfono móvil, y muchos otros privilegios que se pierden.Â
Lo malo es que el visado es de una sola entrada. Es decir, si sales, te quedas sin visado. Pero esto se arregla pronto. Hay que ir a la oficina de inmigración y pedir un permiso de reentrada. Curiosamente la oficina de inmigración de Yokohama está al ladito de China Town. Está en el quinto piso del siguiente edificio:
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Fijáos en las ventanas, tienen un sistema hidráulico a prueba de terremotos. Los que trabajen ahà están bien seguros. Por cierto, conseguà llegar con ayuda de esta pequeña guÃa del permiso de reentrada. ¡Gracias!
Aparte de eso, me sorprendió ver que los carteles estaban traducidos al inglés y al castellano. Y me sorprende porque en otros sitios me he encontrado la traducción al portugués antes que al castellano. Japón y Brasil han tenido algunos lazos, y por eso se ven. Al caso, me pareció curioso este cartel. Café Teria.Â
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Y bueno, después de pagar 6000Â¥ por poder volver a entrar al paÃs tantas veces como quiera durante la duración del visado, tengo un nuevo sello en el pasaporte. Este con un datamatrix y todo.Â
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Asà que ya estoy listo para comenzar a descubrir Asia. Isra, nos vemos en poco más de dos semanas!