En el centro comercial de la estación de trenes de al lado de mi casa vino hace un tiempo un hombre que se dedicaba a hacer caramelos. El stand no tenÃa gran cosa, con un fogón, un cazo y una plancha metálica se bastaba. Y con eso hacÃa virguerÃas. Los más sencillos, directamente sobre la plancha, derramando el caramelo poco a poco formando una figura. Al final le pone un par de chicles o lacasitos en los ojos, y listo. Por unos pocos cientos de Â¥ puedes comerte al personaje de cómic que prefieras o a tu pokémon favorito.
Pero son personajes planos. Los miras de lado y pierden toda la gracia. Si quieres algo más desarrollado también puedes, aunque te va a salir caro. Estos da pena comérselos, casi mejor guardarlos en una vitrina sellada para que no entren insectos (pff… algún dÃa os hablaré de los insectos de esta tierra).
Y después de todo esto, creo que yo serÃa feliz con una bola de caramelo sobre un palo. Un chupa chups artesanal, sin ojos.