Era una calurosa noche de verano. Me levanto a mitad de la noche acribillado por mosquitos. Se me había olvidado enchufar el mosquito killer. Son como las dos de la madrugada, así que aún hay trasnochadores que siguen en sus habitaciones. No creo que estudien, la gente suele estudiar en la universidad, a pesar de que cuando uno quiere ser realmente eficiente se queda en en casa, o va la biblioteca. Pero aquí muchas cosas funcionan al revés, así que a saber.

Se pueden ver la iluminación verde en las vías del tren. A simple vista no parece así, pero cuando tomas una foto de noche en Japón todo aparece con esos tonos verdes característicos. El mejor balance de blancos lo hace el ojo humano.

Y arriba, ahí arriba… ¿qué está pasando?. Lo primero que se me vino por la cabeza fue una prueba nuclear de Corea del Norte. Luego una invasión extraterrestre. Pero algo no encajaba porque todo estaba demasiado tranquilo. Hice la foto, y volví a dormirme, tenía sueño.

Cuando unos días más tarde descargué la foto de la cámara caí en la cuenta de que podía ser contaminación lumínica, pero aún así me parece extraño que siendo la iluminación predominante de color verdoso el cielo apareciera amarillo-rojizo. Cabe decir que excepto cuatro sitios contados las ciudades japonesas son bastante oscuras y que nunca antes había visto el cielo tan brillante.

Seguiré investigando… la próxima vez que se me olvide enchufar el mata mosquitos.