Entradas escritas en noviembre de 2010 ↓

Vuelve el frío

Esta semana, por primera vez en la temporada, las temperaturas han bajado de 10ºC. Vuelve el frío.

Despertarse con más pereza que nunca y no querer salir del nido de plumas caliente. Coger la bicicleta y sentir el frío golpeándote en la cara y metiéndose por cada rendija de la ropa. El laboratorio helado a primera hora de la mañana. Las manos frías que apenas pueden teclear y menos aún escribir. Un aparato que parece calentar acondicionando aire pero se tira dos horas en llegar a un punto agradable. Los japoneses que empiezan a llegar con sus abrigos que no se quitan el resto del día, y si tienen calor, abren la ventana. Contrastar el frescor del aire de los aseos con la cálida tapa del wáter. Tomarse una sopa de miso nunca lo suficientemente caliente. Cenar un ramen que te haga sudar, de picante o de caliente. Una ducha de agua casi hirviendo, empañando los cristales de la habitación durante varias horas. Y volver al nido.

Vuelve el frío, y me diréis que 10ºC es un buen tiempo, o que tengo suerte de vivir en una ciudad en la que no baja de 0ºC. Pero aquí se nota el frío. Quizá por el viento, quizá por el ambiente seco (a pesar de vivir junto al mar), o porque las construcciones no están bien aisladas. Hay que sentir el frío, mezclarse con la fuerza de los elementos, relacionarse con los espíritus de la naturaleza. Eso es lo que dice la tradición japonesa, pero yo no voy a hacerle caso.

Celebraciones con la Luna y el Sol

Tanabata, la fiesta japonesa que se celebra en el séptimo día del séptimo mes. Pero esto es un poco ambiguo, porque podemos referirnos al mes solar o al lunar. El primero depende del movimiento de traslación de la Tierra alrededor del sol y coincide con el calendario que usamos, no tiene mayor complicación.

Tanabata festival

El segundo el calendario Lunar, como su nombre indica es en función de la luna, y puede comenzarse a partir de alguna fecha del calendario solar como hacen los chinos que hacen coincidir su año nuevo con la segunda luna nueva después del solsticio de invierno, por eso varía año tras año. Los cristianos proceden de forma parecida con la Semana Santa que depende de la fase de la luna durante el equinocio de primavera. Aunque esto en realidad se llama calendario lunisolar, con la peculiaridad de que este tipo de calendarios tiene cada 19 años un mes extra. Por si fuera poco jaleo, los cristianos ortodoxos del este de Europa siguen el calendario lunisolar juliano, que tiene un desajuste de tres días por cada cuatro siglos, así que desde el comienzo de los tiempos (año 0) ya llevan un par de semanas de retraso y por ello celebran su Navidad el día 7 de enero.

Tanabata festival

Los que sí que siguen un calendario lunar propiamente dicho son los musulmanes, algo que les produce que su mes santo, el Ramadán, se desplace año tras año. Aún me acuerdo del Ramadán que pasé a finales de septiembre en Marruecos hace tres años. Y como se desplaza poco a poco, el año que viene cae enterito dentro de agosto, lo que no les viene nada bien a los seguidores del Islam ya que hay más horas de luz y por tanto tienen que mantener el ayuno durante más tiempo. Otra cosa curiosa es que el Ramadán se acaba cuando al atardecer del 29º ó 30º día se ve la Luna Nueva. Pero si ese día está nublado o hay tifón (como pasó aquí este año), pueden fiarse de la palabra de una persona que haya visto la luna nueva en un radio de distancia suficiente como par recorrido durante la noche. Aquí calculan 100-200km.

Tanabata festival

Y esto último es curioso porque indica que el calendario musulmán es local, es decir, depende del lugar de observación en el que te encuentres, al igual que sus horas de oración que dependen del amanecer y anochecer locales. Digamos que motiva el aprendizaje de la astronomía. Otros calendarios dependen de la observación en un meridiano concreto, lo que produce por ejemplo que los calendarios tradicionales chinos y japoneses que suelen ir en fase a veces tengan un día de diferencia porque la primera luna nueva cae en China en determinado día y en Japón ya en el día siguiente.

Tanabata festival

Bueno, y todo esto ha sido un poco improvisado, porque iba a hablar del Tanabata, la fiesta en que los japoneses piden deseos (habilidades) para conseguir sus metas, originaria en una leyenda en que un par de enamorados quedaron separados por no haber hecho sus respectivas tareas. Perdón por resumirlo, pero la versión larga está muy bien explicada en la entrada de Tanabata en la Wikipedia, no es plan de fusilarla.

Tanabata festival

La historia de los calendarios venía porque en cada ciudad de Japón celebran el Tanabata en una fecha distinta, de forma que en cualquier momento durante el verano te puedes encontrar una celebración por la ciudad en que estés. Eso es lo que me ocurrió en Nagoya, que sin quererlo me encontré con una calle cubierta repleta de adornos y de ese ambiente tan típico de los festivales japoneses.

Tanabata festival

Reconozco que me ha quedado un post un poco raro. Pero bueno, en este blog no hay normas más que las que yo me imponga. Y no veo por ningún lado una cláusula que me impida hacer experimentos o comportarme de forma impredecible. Como los adornos del Tanabata.

Tanabata festival

Pies y collons: un par, de fotos

¿Os acordáis del mítico frigopie?, la verdad es que no sé siquiera si lo siguen vendiendo porque hace años que no estoy en verano en España. Bueno, por aquí en Japón no tienen frigo pies (aunque los pies se te queden helados en casa durante invierno), pero sí que tienen pies de chocolate:

Choco Pie

(pie en inglés significa tarta)

Aunque ya que nos ponemos a cambiar idiomas podemos usar otras lenguas de la península Ibérica. Como dice la wikipedia en inglés:

The exclamation ¡Qué cojones! is used to express pain, anger, excitement or irony, and is approximately synonymous with the interjection ¡coño! (vulva) expressing anger and surprise. Analogues to the Spanish cojones exist in Galician collóns, Valencian and Catalan collons French couilles, Italian coglioni, Portuguese colhões, Romanian coaie, Leonese coyones, Dutch ballen, the Welsh ceillion, and the Polish jaja.

Si queréis una caja de los mismos, no tenéis mas que acercaos vosotros mismos al supermercado de debajo de mi casa, porque aunque me pidáis que os los mande no lo voy a hacer.

Collon, chuchería japonesa

Muerte en directo

El otro día vi la muerte de un japonés en directo. Un hombre de unos 80 años que estaba pescando, debió de darle un ataque al corazón o algo así. No se había suicidado ni nadie había sido culpable. Una muerte natural en una soleada y agradable mañana de otoño.

Ocurrió en el trayecto que recorro cada día en bicicleta hacia la universidad, una especie de paseo fluvial donde nunca falta gente practicando deportes, yendo a trabajar, volviendo de la compra, o paseando a sus perros o a sus niños.

Muerte junto al río

Rápidamente se presentaron un vehículo de bomberos, una ambulancia y un coche de policía (en este orden llegaron). Tras veinte minutos intentando sin éxito reanimarle con un desfibrilador y dándole masajes cardíacos e lo llevaron en la ambulancia.  Mientras tanto la policía tomaba declaración al resto de pescadores que le acompañaban y que posiblemente fueran los que dieran aviso.

Muerte junto al río

Cuando llego a la universidad y cuento que esa mañana había visto morir a una persona, me dicen que ya se han enterado. Pero era una confusión, no era el mismo caso. Ellos se referían a que justo esa noche un japonés de 24 años viviendo en Sendai decidió retransmitir en directo vía internet su propio suicidio. Lo había anunciado en 2chan, un conocido foro en internet en el que todo vale. Tiene su versión en inglés en 4chan, aunque según mi opinión no merece la pena perder mucho tiempo por ahí.

El día del palo

Hoy, bueno ya ayer, ha sido el día del palo. Once de noviembre, 11/11, cuatro palitos que por aquí identifican con uno de los snacks más comidos, unos palitos de galleta cubiertos de chocolate. También los hay salados, por ejemplo hoy me he tomado unos con sabor a tomate natural (que no ketchup).

Pocky day

En España creo recordar que se conocen como Mikado, que en japonés es la palabra usada para referirse al Emperador (帝). En Japón se llaman Pocky (ポッキー), una onomatopeya del sonido que hacen al ser mordidos. Y en Corea los identifican como Pepero, (빼빼로), posiblemente otra onomatopeya esta vez no al ser mordidos, sino al ser devorados.

11 de noviembre, el día del palo

De hecho, los coreanos lo consideran una especie de San Valentín. Bien que se lo montan las marcas para vender merchandising entre Halloween y Navidad. El año que viene intuyo que va a ser toda una locura, imagináos, 11/11/11.

Pepero day

Fechas

Esta semana he conocido muchas fechas clave en lo que me queda de tiempo en Japón.

Por ejemplo, el 25 de este mes tengo que entregar una especia de abstract (anteproyecto) de mi investigación de 2 páginas. Un par de semanas más tarde me dicen si está bien o no, y normalmente no ponen problemas salvo que de verdad lo hayas hecho tan mal que tengas que repetir curso, porque luego ya casi no da tiempo a nada. Eso sí, dan recomendaciones para encaminar y rematar las últimas semanas de investigación.

A finales de enero tengo que presentar la segunda versión del anteproyecto, considerando las recomendaciones propuestas. Y a comienzos de febrero, el 8 y 9, son las presentaciones de fin de Master. Nos encierran a todos los M2 en un aula y uno a uno vamos presentando en estrictos slots de tiempo: 12 minutos para la presentación y 8 minutos para preguntas. Parece poco tiempo, y ese es el problema, conseguir hacer algo decente, con sentido y a ser posible entretenido que condense dos años de trabajo aquí. Los resultados se saben pronto, al día siguiente de haber hecho la presentación. Obviamente lo normal es que llegado a este punto no te echen para atrás porque antes no te hubieran dejado presentarte, pero quién sabe…

La presentación de la Master Thesis aún no se sabe cuándo es, pero me han comentado que será o antes o después de las presentaciones. Así que a quedarse con la duda hasta que salga la información a lo largo de este mes.

Por último, la graduación oficial (con entrega de diplomas y todo) es en la época de florecimiento de los cerezos, el 29 de marzo.  Y mi vuelo de vuelta será después de esa fecha y antes de que comience abril, así que poco margen queda. Aún no sé la aerolínea ni dónde haré escala, pero todo apunta a que será con ANA ó JAL parando en centroeuropa, ya veremos, será lo que el gobierno de Japón decida, que son los que pagan.

Pero bueno, hasta que eso llegue aún quedan muchos otros días para seguir disfrutando de Japón, y de Asia.

Presentación a la japonesa

Escuchado de un profesor dando recomendaciones a alumnos no-japoneses acerca de cómo hacer la presentación de graduación.

A los japoneses les cuesta mucho mantener la atención en lo que dice otra persona, sobre todo si es en inglés, por eso es bueno incluir muchos gráficos y poner las cosas escritas en las presentaciones.

Es cierto que en las presentaciones por parte de los japoneses suelen ser a la vez muy precisas y aburridas, con un contenido totalmente memorizado por el presentador pero a la vez escrito en la transparencia, sin que se olvide ni un sólo ítem de la misma para explicar pero sin introducir nada nuevo que te capture la atención ante lo desconocido. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero sinceramente, y aunque en parte me tenga que adaptar, no comparto esta forma de pensar.

Me resulta curioso cuán precisos son los japoneses en cuanto a las cosas técnicas se refieren y cuán ambiguos pueden llegar a ser en otros aspectos de la comunicación entre personas. O quizá es toda esa redundancia y formalismo que precisamente tiene el idioma japonés lo que les permite expresarse sutil pero precisamente.