Entradas escritas en diciembre de 2008 ↓

Curiosidades geográficas

Hay un rincón del mundo donde puedes encontrarte muchos lugares conocidos en situaciones realmente extrañas:

Leganes y  Jetafe están junto al mar, pero Madrid sigue sin playa, vaya vaya, aunque la tiene muy cerquita. Eso sí, el Metro de Madrid  aunque sólo tenga una parada sigue impresionando a los habitantes de la ciudad.

Toledo también tiene playa para que los bolos se pueden refrescar después de subir y bajar las cuestas de la ciudad. Que se lo digan a Don Quijote, que después de pelear contra los molinos de viento seguro que le apetece darse un baño en la costa del  Toboso, si no, ¿cómo creéis que conoció a Dulcinea?

Pero no son los únicos que se han apuntado a la moda de tener mar. Dicen que en Lucena se está como en Jauja. Y que cuando vas a Burgos sientes cómo te acercas más y más a Alegría, un lugar muy pacífico.

Otros sin embargo se han cansado del ambiente tan húmedo, como Valencia que se ha mudado al interior. Nadie sabe qué ha ocurrido con el gran acuario, aunque creen que los japoneses han echado una mano, en pescado crudo son expertos.

En este lugar tan misterioso el espacio se curva, y podemos ver cosas tan extrañas como que Valladolid quede a unos 20 Km de Murcia y curiosamente demasiado cerca de Bago City. Aunque lo que sigue sorprendiéndome es que hayan conseguido meter a España en una isla de apenas 15 km de punta a punta. 

Sólo me queda una semana para llegar a Filipinas y descubrir esas tierras tan desconocidas…. ya os contaré más cosas.

Triple seguridad

La siguiente foto representa muy bien el tema de la seguridad en Japón. Después de ver durante varios días en el parking de la universidad una bicicleta bastante llamativa, aunque un poco descuidada, decidí hacerle una foto.

Seguridad por triplicado 

No es que todas las bicicletas las dejen así. De hecho tener un candado es obligatorio por ley (al menos en la ciudad de Yokohama). Lo que ocurre es que algunos dueños prefieren no tener que molestarse y las dejan directamente libres. Se pueden ver bastantes bicicletas libres en las puertas de los convinis. Yo de hecho, si solo voy a entrar un momento a alguna tienda la dejo en un lugar visible y le echo un ojo desde dentro, no hace falta más. 

Masashi, un compañero japonés, me contó que esto es así porque desde muy pequeños en el colegio les han enseñado a respetar la propiedad ajena. Como bien dice Marta:

España no progresa a base de poner FTTH. España progresa a base de educar a la gente. Eso es un país avanzado: un país donde la gente es avanzada. No un país donde todo el mundo tenga 100Mbits de bajada.

Quizás algún día, de una vez por todas, deberíamos empezar por el principio.

Incinerando jamón serrano

…es lo que deben estar haciendo en estos momentos en la aduana del aeropuerto de Kansai (KIX) en Osaka. 

Me enviaron un paquete desde casa cargado con comida y dulces de esos que se echan de menos cuando no los tienes a mano. Pero no sé si por mala suerte o porque el personal de aduanas sabe las cosas que vienen de España en estas fechas, a mi paquete le tocó ser registrado. Iba a prueba de perros, pero como veo no sirvió de nada haber lavado el paquete con jabón aromático, ni meterlo en una bolsa con posos de café. Debieron ver por rayos X esas bolas tan extrañas que es el mazapán. Y claro, lo abrieron. 

Me enteré porque en vez de el paquete primero llegó una carta notificándomelo. Además lo ponía bien clarito: 豚ハム 0.2kg. O lo que es lo mismo, un paquete de jamón (ハム, hamu) de cerdo (豚, buta). No es que esté prohibido completamente, sino que sólo dejan si lo acompaña un certificado de sanidad. Vete tú a pedirle eso al carnicero, que seguro que se le ponen los ojos a cuadros. 

De todas formas los de aduanas de japón al menos fueron muy atentos. En la carta que me enviaron venía una guía de las cosas que no se pueden importar, un papel resumen, la notificación propiamente dicha y una carta con franqueo prepagado. Me daban a elegir entre incinerar los productos prohibidos o devolver todo el paquete. Ya sabéis qué opción elegí. (clic para ampliar las fotos)

Tres días más tarde recibo una notificación porque yo no estaba en casa. Cuando recibes una notificación de esas tienes que llamar a un número de teléfono donde dan la opción de atenderte en inglés para concertar un nuevo intento de entrega, dentro de un periodo de dos horas desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche. Era mediodía, y esa misma noche ya estaba abriendo el paquete cargado de Navidad:

Paquete cargado de Navidad 

El contenido, pues podéis comprobadlo vosotros mismos: bombones, turrón, mazapán (toledano, por supuesto), pasteles de gloria y unos dátiles. Nada de jamón. Pero con el resto de cosas no hubo problemas.

Paquete navideño 

Se nota que ya le he echado mano al mazapán… ¿eh?

Muji Xmas

Muji es la tienda del diseño sencillo por excelencia. Su filosofía es vender productos sencillos y funcionales. Nada más. Sin florituras ni estampados extravagantes. Los colores que más se ven en la tienda son el blanco, marrón, gris, naranja y negro. 

Los kanjis tienen el siguiente significado:

ç„¡=sin
印=marca
良=bueno
品=cosas

Productos de calidad sin marca. Venden de todo: desde muebles, ropa, productos de papelería, electrodomésticos, comida, ¡hasta coches y casas enteras!, y todos con un mismo propósito: están hechos para lo que son, aunque a veces no parezca lo que son. Funcionalidad y sencillez respectivamente. Muchos de ellos pasan desapercibidos si no te fijas bien, y descubres (o te cuentan) la cantidad de detalles bien pensados que tienen.

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Internet en bolas

En el Miraikan, museo de la ciencia de Tokyo, situado en la isla de Odaiba, vi una máquina muy curiosa que representa el funcionamiento de Internet de forma mecánica. Los bits son bolas blancas o negras y los cables de datos son pistas por donde ruedan las bolas. Pero ahí no se queda todo, también existen routers y terminales de usuario. Paso a explicar cómo funciona.

El mensaje es una cadena de 16b (b de bolas), de las cuales 8b son la carga útil y otras 8b son la dirección del destinatario, siendo las primeros 4b para la red destino y las 4b siguientes para el equipo dentro de la red destino. Las bolas las coges de un recipiente y las vas colocando según corresponda. Además, te dejan una tabla de algo parecido a ASCII por si en las 8b de carga útil quieres codificar alguna letra. Puedes enviar ráfagas de hasta 8 mensajes, que es el buffer de recepción. Las bolas se ven en una matriz de 8×8, así que podría meterse un pequeño dibujito.

 Red de pelotas: panel de control 

El botón de enviar deja caer las bolas por una rampa, que van al primer router. El funcionamiento de todos los routers es idéntico. Las bolas circulan hasta el primer punto de bifurcación donde se controlan las primeros 4b del mensaje (red destino) con un determinado patrón (ej 0100). Si los bits, quiero decir las bolas, coinciden con el patrón, entonces toda la ristra de 16 bolas toma la bifurcación. ¡Está enrutando!. Si el patrón no coincide, las bolas caen en espiral hasta el siguiente punto de control, y así tres o cuatro veces. ¿Qué ocurre si no coincide con ninguno de los patrones?…. pues que toma la ruta por defecto, es decir, como no puede conocer el destino, le pasa las bolas a otro router para ver si el otro lo sabe.

Red de pelotas: routers 

Red de pelotas: subred   
Detalle de la LAN 0100

Una vez que las bolas llegan a la red destino, se repite el mismo proceso pero usando las 4b siguientes para entregar el mensaje al terminal destinatario, que se encargará de coger las 4 últimas bolas de la ristra y colocarlas en la primera fila no ocupada de la matriz de 8×8 bolas.

Un poco lento (0.1 bps, balls per second), pero muy ingenioso. Se le ocurrió a Kouichirou Eto un profesor de la Universidad de Keio.

Vídeo (avi 27 MB) del funcionamiento. ¡Muy recomendable!

Enlace a la web del proyecto: Physical Internet

Actualización: Descrubro por Rodia el vídeo subido a Youtube:

Por cierto, gracias Microsiervos por la referencia :).

Gracias también a los usuarios de menéame por menearme y hacerme aparecer en portada ;).

Odaiba

Me encanta Odaiba (お台場). Y aunque también se pueda llamar Daiba, yo prefiero llamarla Odaiba. El prefijo O- (お-) es honorífico, para aumentar la categoría de algo. Puede verse también en Obento (お弁当), Osake (お酒), Oshushi (お鮨).

A lo que voy Odaiba es una isla artificial en la bahía de Tokio que han usado para construir todo tipo de atracciones y edificios de arquitectura curiosa. Por si fuera poco, la forma más común de acceder a ella es por un monorail que sale desde la estación de Shimbashi. Ya estuve en septiembre, pero hoy los Vulcanus me invitaron a ir, y como me apetecía darme un paseo en bici, pues venga, en bici. Echo un vistazo a Google Maps, preparo la mochila, con mapa incluído por si acaso, y parto hacia allá. Dos horas más tarde y con casi treinta kilómetros por detrás (Tokyo es graande) llego por fin a la isla.


Ver mapa más grande

Increíble. Sigue como siempre, porque siempre te encuentras nuevos detalles. Y os dejo un montón de fotos. Las primeras, del viaje de hoy, principalmente en el museo de la ciencia. Las siguientes, de cuando fui a finales de septiembre, el mismo día que me despedí de Melanie. 

Pescando en la ciudad 

Entre puente y puente, tiro la caña por si algún pez me trae la corriente Sigue leyendo →

Amarillo

Siguiendo hasta la última parada de la Tōyoko Line, cuando ya se ha convertido en la Minato Mirai Line se llega a un lugar ciertamente impresionante. Quizá no sea nada especial, pero aquel día lo disfruté entre barcos y hojas amarillas. El último día de noviembre, para despedir ese mes que acabo y dar la bienvenida a diciembre, que ha llegado bastante fresco. Primero ofrecieron quedar para salir a las 15:30. Menos mal que no salimos a esa hora. Menos mal que metí un poco de presión para salir antes. Porque el sol se pone antes de las 16:30. Un atardecer fantástico en el puerto de Yokohama, con algunos extras por ahí, como China Town, el museo de muñecas, y un espectáculo de magia junto al mar. De este último no hay fotos. Hay veces que es mejor simplemente disfrutar del momento.

Las fotos, uno de los sets que más me gustan desde que estoy en Japón:

Keio en otoño 

Universidad de Keio. Campus de Hiyoshi.

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