¡Ya tengo el visado!. No fue un trámite complicado. Envié al consulado de Japón en Madrid (c/Serrano 109) los papeles de becario del gobierno de japón (Monbukagakusho), de admisión de la Universidad, fotocopia del pasaporte y un formulario de su web vÃa fax para que lo fueran preparando. Unos dÃas más tarde me avisan de que todo está en regla y puedo recogerlo. Asà que me presento en la embajada-consulado de Japón a primera hora de la mañana para que a mediodÃa me lo tengan listo.Â
No se parece en nada a lo que me han contado de la embajada de EEUU. No hay tantas medidas de seguridad (pasé con mochila y móvil), simplemente algo razonable: un arco detector de metales insensible a cinturones, una máquina de rayos X y un puesto de identificación con DNI. Una vez dentro, nada de colas, ni esperas, ¡porque no habÃa gente! tenÃa la ventanilla para mi solo. La casualidad quiso que mientras estaba gestionando los papeles llegase Marta, la chica de arquitectura que también viene a Keio desde la Politécnica de Madrid.
Tengo permiso para estar en Japón durante dos años, aunque sólo puedo entrar una vez. ¿Qué haré si quiero venir en vacaciones?, pues pedir un permiso de reentrada en la universidad, que sólo te lo conceden si estás aprovechando los estudios en Japón, es decir, asistes a las clases, vas aprobando los exámenes, etc. Si no, no te dejan irte a tu paÃs (bueno, técnicamente no te dejan entrar de nuevo después) para que recuperes clases y estudies durante las vacaciones. En realidad lo hacen para evitar que gente que quiera vivir en Japón consiga un visado a cambio de pagarse una universidad.