Entradas escritas en agosto de 2008 ↓

Su nombre en chino significa por encima (上) del mar (海). Y desde luego Shanghai no es una ciudad que esté bajo el mar, más bien es una ciudad que pertenece al cielo por numerosas razones.

Su skyline se reconoce fácilmente por algunos de sus edificios: la Torre Perla Oriental (468m) que parece una nave extraterrestre, el edificio Jin Mao (421m) que recuerda a una pagoda china y el recién construido Shanghai World Financial Center (492m) con un característico boquete superior y que es el tercer edificio más alto del mundo, aunque estos datos son muy relativos, porque depende de si contamos o no las antenas. Tuvimos la ocasión de subir a la torre Jin Mao en un velocísimo ascensor (6 m/s) hasta el piso 88. Y las vistas que hay desde el cielo son increíbles, merece la pena pagar los 7€ que cuesta. Otra forma más barata de disfrutar es desde un mirador que hay en la otra orilla del río, por la noche, en medio de una tormenta eléctrica. Ver como caen los rayos uno detrás de otro, o cómo envuelven la bola del edificio-alien bien merece empaparse con la lluvia torrencial.

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¡Ya tengo el visado!. No fue un trámite complicado. Envié al consulado de Japón en Madrid (c/Serrano 109) los papeles de becario del gobierno de japón (Monbukagakusho), de admisión de la Universidad, fotocopia del pasaporte y un formulario de su web vía fax para que lo fueran preparando. Unos días más tarde me avisan de que todo está en regla y puedo recogerlo. Así que me presento en la embajada-consulado de Japón a primera hora de la mañana para que a mediodía me lo tengan listo. 

No se parece en nada a lo que me han contado de la embajada de EEUU. No hay tantas medidas de seguridad (pasé con mochila y móvil), simplemente algo razonable: un arco detector de metales insensible a cinturones, una máquina de rayos X y un puesto de identificación con DNI. Una vez dentro, nada de colas, ni esperas, ¡porque no había gente! tenía la ventanilla para mi solo. La casualidad quiso que mientras estaba gestionando los papeles llegase Marta, la chica de arquitectura que también viene a Keio desde la Politécnica de Madrid.

 

Tengo permiso para estar en Japón durante dos años, aunque sólo puedo entrar una vez. ¿Qué haré si quiero venir en vacaciones?, pues pedir un permiso de reentrada en la universidad, que sólo te lo conceden si estás aprovechando los estudios en Japón, es decir, asistes a las clases, vas aprobando los exámenes, etc. Si no, no te dejan irte a tu país (bueno, técnicamente no te dejan entrar de nuevo después) para que recuperes clases y estudies durante las vacaciones. En realidad lo hacen para evitar que gente que quiera vivir en Japón consiga un visado a cambio de pagarse una universidad.

Inauguro con esta frase del físico R. Feynman dos nuevas secciones: nanoscience y citas y frases.

There are two very important aspects to increased miniaturization, which are key to progress; the ability to make things smaller and the ability to probe and see what has been made.

R. Feynman, físico del S.XX,
vía nanotoday

Capital del Norte es lo que significa literalmente (la del sur es Nanjing, 南京). Llegamos al amanecer, después de un viaje en tren recorriendo 1000 km en primerísima clase, no por el gusto de pagar los 40€ que costaba, sino porque eran los únicos billetes que quedaban libres. De todas formas, después de 16h en el pasillo del tren anterior, ir durmiendo horizontales y en cama blanda fue lo mejor que nos pudo pasar.

Decidimos ir en taxi al hostal que teníamos ya reservado porque no sabíamos dónde estaba. En taxi recorrimos varios puntos interesantes de la ciudad, la plaza de Tiananmen, varios templos, e incluso dimos una vuelta completa a la ciudad prohibida. A pesar de que había calles cortadas y carriles reservados para los Juegos Olímpicos aún sigo pensando que se podía haber llegado de forma más directa, o lo que es lo mismo, el taxista nos timó. Pero pensándolo de otra forma, por 1€ de sobrecoste a repartir entre 3 personas recibir un tour introductorio no está nada mal.

La ciudad podría parecer cualquier otra capital del mundo: anchas avenidas, zonas verdes salpicadas por el mapa, calles comerciales, edificios altos y deslumbrantes, etc. Debe ser curioso haber estado en Pekín antes y después de las olimpiadas. Dicen que la ciudad ha cambiado mucho, y que para buscar lo que era hace una década tienes que adentrarte bastante en los hutong (barrios tradicionales) que hay en la parte norte.

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En ningún momento durante mi estancia en China he tenido algún problema de conexión a Internet, de hecho, en la mayoría de los hostales era gratuito o muy barato. Además, creo que con eso de los juegos olímpicos deben haber rebajado la censura de Internet ya que pude buscar (y encontrar resultados!) acerca de Tiananmen sin ningún problema. La velocidad de acceso ya es otro tema, andaria en torno a los pocos cientos de kbps.

Si no he escrito es porque prefería dedicarme a disfrutar de los momentos en un país tan lejano antes que ponerme a contar cosas. Sin embargo, durante los próximos días iré posteando algunos artículos aceca de las ciudades, costumbres chinas e incluso fotos más o menos peculiares que tengo de mi estancia allí.

Eso sí, primero toca filtrar las más de 5000 fotos que hicimos entre los seis…. bueno, mejor dicho que hicieron, porque mi cámara fue robada en Xi’an sin darme cuenta y directamente de mi bolsillo en un momento de apreturas y confusión generado por un niño salpicando con un chorro de agua al público durante el espectáculo nocturno de la Pagoda del Gran Ganso. No mereció la pena denunciarlo por las varias horas que tendríamos que pasar en comisaría intentando hacer entender a los chinos qué ocurrió (están muy sobreprotectores con los occidentales en estas fechas), y sin ninguna posibilidad de recuperar la cámara. Sin embargo, durante los últimos días encontré una oferta y re-compré un modelo ligeramente superior de la cámara que me quitaron. Elegí el color azul porque las otras dos opciones que me ofrecieron eran amarillo o rosa. Lástima que no tuvieran el negro. 

 

CComo la anterior (µ790), es acuática y resistente a golpes, ideal para llevarla en todo momento en la mochila… o en el bolsillo pero bien sujeta con un mosquetón al cinturón. La batería dura un montón y tiene algunas características interesantes como autograbado de 4s de sonido con cada foto, creación de panorámicas o linterna LED incluída.

Mi primer post desde China. Es un pais enoorme, lleno de chinos y bastante diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en Europa y a lo que pensaríamos de China. La gente es amable, tratan de ayudarte en todo lo que pueden, pero lamentablemente la mayor parte de las veces te suena a chino porque casi nadie habla inglés. En cuanto al precio de la vida, bastante barato, vamos seis personas, y para que os hagáis una idea podemos comer en total por 10 euros sin problema. Una carrera de taxi de veinte minutos no llega a 2 euros (y negociando en motocarro más barato aún). Hablando de vehículos, hay muchas motos y bicicletas, pero lo más sorprendente es que el 90% de ellas son eléctricas.

Y bueno, ahora ando por Xi’an. Despues de un interminable viaje de 16h en un tren chino, rodeado de chinos, con billete de viaje stand up (lo que al final quiere decir que viajamos tirados por el suelo en el extremo del tren), por fin llegamos aquí desde Shanghai. Nada mas llegar visitamos los guerreros de terracota, los habréis visto en fotos, cientos de personas, caballos y carruajes de hace siglos representados en un poco de tierra moldeada, ¡a tamaño real!.

Pero lo mejor de todo sin duda alguna fue la muralla que rodea a la ciudad. Es rectangular, encerrando un area de 4×3 km, y así a ojo diria que tenia unos 10m de ancho y 20m de altura. Después de un par de horas andando y viendo el atardecer desde el lateral oeste, decidimos que lo mejor sería ir a hacer alguna otra cosa que quedarnos toda la noche dando vueltas como tontos sobre la muralla (calculamos que en toda la noche nos daría tiempo a darle tres vueltas yendo a buen ritmo).

Y entonces fuimos al espectaculo nocturno. Miles de personas en torno a la Pagoda del Gran Ganso en una fuente a ras de suelo, de esas que se sincronizan con la música y salen chorros de agua aleatoriamente. Muy muy divertido. Salimos empapados. Ningun taxi queria devolvernos al albergue, así que acabamos en un autobus atestado de chinos, pero ya teniamos experiencia suficiente del tren.

Hoy, después de ver el barrio musulmán y un par de templos nos disponemos a tomar un tren a Pekín. Esta vez tenemos literas, afortunadamente hemos podido conseguirlas y podremos descansar. En Pekin haremos las cosas tipicas de cualquier turista (gran muralla, ciudad prohibida, etc), pero además y aprovechando la ocasión trataremos de asistir a alguna competicion de los Juegos Olímpicos. A ver si conseguimos entradas en la reventa para el partido de baloncesto que juega España el 10 de agosto. Si lo véis, buscad a seis personas con camisetas rosas. Seremos nosotros.

Ahora a la estación, que son las cinco de la tarde y el tren sale en hora y media.

Hasta otra! (si tengo ocasion)

PS: es realmente complicado cambiar la configuracion del teclado en un WindowsXP todo en Chino. Aun asi no he conseguido rescatar los acentos ni la n con peineta.

Actualización: Ya desde España acabo de repasar el artículo para poner los acentos y eñes. De paso he aprovechado para cambiar la codificación de los caracteres del blog a UTF-8 y poder mostrar caracteres de cualquier idioma.

Queda poco para el primer contacto con Asia, dentro de apenas siete horas estaré tomando un avión hacia Amsterdam, la capital de los aerotrastornados. Después, un paseillo por la ciudad y a media tarde un Jumbo despegará hacia Shanghai. No tengo ni idea de chino, pero una amiga me dejó una traductora electrónica Chino-Inglés que incluso pronuncia en chino (es difícilísimo, tiene 20 vocales!), espero que nos resuelva un poco la vida.

En China haremos un tour Shanghai-Xi’an-Pekín-Shanghai al estilo interrail, trataremos de ver alguna competición olímpica y nos subiremos en el tren de Levitación Magnética (MagLev). Ahora a dormir. Mil millones de chinos nos esperan.